sábado, 14 de mayo de 2011
Cuesta creer que la decisión del Negro López sea sólo deportiva.
Lo de Buonanotte no fue tan desastroso como para pasar, en dos fechas, de titular a ni concentrar. Es cierto que tampoco lució mucho mejor que Lanzini o Funes Mori, pero para ganarse este castigo pesaron otras cuestiones. Ahí se podrá estar de acuerdo o no con la elección del entrenador, pero lo que no puede discutirse es su templanza para aplicar determinaciones fuertes con actitudes que no le gustan. A Ortega le bajó definitivamente el pulgar y se la bancó. Ahora le puso un límite a Buonanotte sin especular en la previa a un superclásico.
A favor del Enano hay que destacar que no piense en cuidarse y muestre su sangre y orgullo cada vez que no tiene lugar en el equipo, por más que ya está con un pie afuera de River. Donde falla es en sus formas y modos de reclamar. Eso rebasó el vaso de un DT que valora la armonía del grupo tanto como un empate.
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