jueves, 31 de marzo de 2011

Buonanotte disfruta los días siguientes a su buen partido y ya se ilusiona con ir de arranque con Quilmes.


“Tendré que rendir porque acá nadie juega por el nombre”.

Ahora andá y demostrame en la cancha que tenés ganas de jugar”.

Para darle el último empujoncito antes de salir del vestuario, Juan José López eligió esas mismas palabras que venían dando vueltas en la cabeza de Diego Buonanotte. “Ya no importaban las prácticas ni lo que podía decir en una entrevista”, cuenta el Enano. Contra Newell’s, y por primera vez en el torneo, tenía 45 minutos por delante. Podía intentar, equivocarse y volver a intentarlo, en esta oportunidad el silbatazo final no lo encontraría antes de cambiar el aire. Quizá por eso sentía que debía demostrar. “Al técnico, a mis compañeros y a los hinchas, pero sobre todo a mí que no me había olvidado de jugar a la pelota. Porque en algún momento pensé que me había olvidado de jugar, eh. Antes, cuando terminaba un partido, les mandaba un mensaje a mi novia o a mis papás diciéndoles que me daba vergüenza el momento que estaba pasando. Me sentía mal. Por suerte, el sábado fue distinto”.

Esas ganas de pedir todas las pelotas y encarar, de levantarse ante cada tropezón; la desfachatez para buscar siempre el arco contrario en un River que de a ratos se excede en la austeridad, por supuesto ese pase entre líneas que clarificó la jugada que valió el 2-1 a Newell’s y también el bajo vuelo de Lanzini, permiten imaginar a un Buonanotte titular por segunda vez en el ciclo de Jota Jota (la anterior, en el 4-1 a Lanús por la última fecha del Apertura). En Quilmes, entonces, puede darse el sabor del reencuentro. “Ya estuve charlando algo con Juan, aunque todavía hay que esperar. Si me toca, sé que tengo que rendir porque acá nadie juega por el nombre”, reconoce el pibe de Teodelina, ya todo un hombre a punto de cumplir 23 años. Y si bien en declaraciones a TyC Sports bromea con que aún es chico para dar consejos, el peso de la experiencia le da para decir que Lanzini, a quien reemplazaría, “será una estrella de River y ojalá podamos jugar juntos antes de irme”. El Málaga lo espera para después de mitad de año, ya con Lucía (su hija que nacerá en mayo) en brazos. Y Diego, claro, desea que la despedida sea “con River fuera de una situación en la que nunca debería haber estado”.

Román trabajó duro para recuperarse pronto de la lesión y ante Quilmes volverá a ser titular. “Siempre quiero jugar”, avisa el paraguayo.


Lastimosamente el partido pasado no jugué, pero ya estoy a disposición del cuerpo técnico”. Con el lamento clásico de los guaraníes, Adalberto Román aún se machaca por no haber estado entre los 11 que le ganaron a Newell’s, y no pierde el tiempo para avisar que la distensión en el aductor derecho ya es historia. El paraguayo quería jugar contra los rosarinos y el cuerpo médico debió enfriarle sus ganas porque consideraba que era exponerlo a una lesión peor. Ahora, ya con unos días más de recuperación, el zaguero se siente pleno y hasta participó de los primeros trabajos con pelota de la semana. Aunque recién hoy será la práctica de fútbol formal, Jota Jota ya sabe que lo pondrá entre los titulares en lugar de Roberto Pereyra (JM Díaz volverá al mediocampo).

“Era conciente de lo que tenía, pero estaba ansioso por jugar. Ver el partido desde afuera se vive de otra manera, es angustiante. Yo siempre quiero jugar”, confió Adalberto en la web oficial de River. Y se entusiasmó con que el triunfo del que no fue protagonista haya sido el comienzo de una buena racha: “Tenemos que ir a buscar otra victoria. Ganar dos partidos seguidos sería muy lindo. Sabemos que Quilmes no está bien, pero siempre complica. Además, nos queremos sacar la espina del torneo pasado que nos empataron en nuestra cancha”.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Passarella le envió una camiseta firmada por el plantel y el carnet de socio de privilegio a Plácido Domingo y el tenor quedó fascinado:


“Agradézcanle al Gran Capitán”.

El equipo de Jota Jota está lejos de ser una orquesta. No desentona, pero todavía le cuesta sonar como una sinfónica. Lo saben los jugadores, el técnico, los hinchas y los dirigentes. Sin embargo, Daniel Passarella no pierde las esperanzas de ver a un River que dé espectáculo. Sueña y se embala con pasar la tormenta y recuperar el paladar negro, lo clásico. Por eso, imaginando lo que vendrá, el presidente quiso dar en la tecla. Pero no, no llamó a Farías para que vuelva al club. Entusiasmado, el presidente aprovechó la visita al país de Plácido Domingo para enviarle una camiseta autografiada por los jugadores y el carnet de socio de privilegio del club.

Mariano Mera Figueroa y Gustavo Guillermé fueron los elegidos por el Kaiser para sorprender y, sobre todo, hacer emocionar al músico. Y el lugar elegido para entregarle el presente fue el camarín que el español ocupó tras el concierto que brindó, ante unas 150.000 personas, el último jueves, en la Avenida 9 de Julio. Aunque no fue un regalito más. Fanático confeso del Real Madrid y futbolista frustrado tras varias pruebas en la escuela de los Hermanos Maristas de México, donde pasó su infancia y adolescencia, Domingo quedó fascinado al ver la camiseta con el número 6 en la espalda y entre todas las firmas, una especial: la del mismísimo Passarella, quien de puño y letra se la dedicó “con admiración”. Un gesto que el cantante devolvió con otro mensaje lleno de fascinación y conocimiento: “Agradézcanle mucho al Gran Capitán”.

Hubo sonrisas, fotos, abrazos y la invitación del club para que el año que viene el cantante realice el “Concierto Plácido Monumental”, al cumplirse el 40 aniversario de su primera presentación en el Teatro Colón. Un lujo.

martes, 29 de marzo de 2011

Caruso, el mejor de River el fin de semana, disfruta su momento y deja bien claro porqué no jugaba en River:


"El técnico anterior no me quiso. Nunca estuve lesionado de manera grave en River como para no estar...”.

Caruso ríe, disfruta del momento y se tranquiliza al saber cuánto puede rendir. Él lo sabía, pero claro, el tema estaba en demostrarlo. Tuvo su oportunidad ante Newell’s, aquella que tanto esperaba, y rindió de una manera excepcional con dos goles, decisivos. No le pesó reemplazar a Pavone y le manifestó al hincha Millonario que también puede pelear un lugar. “Por suerte pude aprovechar de la mejor manera la oportunidad que tuve el fin de semana. Igual tengo que seguir mostrándome, pero esto es un gran avance”, aseguró el ex Vélez, quien empezó a tener rodaje.

“En River no jugué por que el técnico no quiso. Me llevaron porque supuestamente me iban a tener en cuenta y nunca tuve continuidad. De todas maneras, yo seguí trabajando para jugar, y por suerte ahora se me dio”. Claro, todavía no olvida su antigua época con Angel Cappa, y ahora se regocija por el momento que atraviesa.

Sin embargo, durante su estadía en la era de Angelito, mucho se habló de su estadio físico y sobre las supuestas lesiones que le impedían estar entre los titulares. “A nosotros como jugadores nos molesta cuando nos inventan lesiones. Esas cosas nos hacen muy mal. Yo nunca estuve lesionado de una manera grave en River. Repito: si no fue por decisión del DT”, disparó.

La realidad ahora, es que la próxima parada del equipo de Jota Jota es Quilmes. Y aunque saben que el equipo de Ricardo Caruso Lombardi no llega de una buena manera, Leandro Caruso asegura que para River todos son partidos clave. “Va a ser un partido muy difícil y duro, porque todos los encuentros de acá en adelante van a ser así para nosotros. Quilmes no atraviesa un buen presente pero eso no quiere decir nada: en su casa se hace fuerte”.

Funes Mori volvió en Reserva, y avisó con prudencia:


“Quiero ir de a poco, pero no tendría problemas en aguantar como Pavone”.

Pasaron 44 días hasta que volvió a jugar. Fueron momentos difíciles, con una lesión a cuestas de las más complicadas: una pubialgia de los dos lados, de ésas que van y vienen. Que no entienden de tiempos. También hubo un pase frustrado en el medio. Y quedó el sabor agridulce del Sudamericano Sub 20. El sábado, Gabriel Funes Mori se dio el gusto de estar 90 minutos adentro de la cancha. Se bancó todo el partido de Reserva frente a Newell´s y ahora ya se ilusiona con el regreso al equipo de Jota Jota. “Quiero ir al banco contra Quilmes. Uno siempre espera una oportunidad y si me la dan, ojalá que la pueda aprovechar. Sé que todo depende de mí, de cómo me vaya sintiendo en la semana. Lo importante es que puedar aguantar bien en las prácticas, que no me vuelva el dolor”.

La pubialgia es una de las lesiones más traicioneras para los jugadores y también para los médicos y kinesiólogos. Y el delantero la tiene más que clara, a pesar de su corta experiencia. “Es muy jodida. Hay que llevarla con tiempo y tener mucha paciencia. Un día te puede doler y al otro, te olvidaste que la tenés. Es como que va y viene. Por ahí, yo jugaba un ratito, me sentía bien y cuando me probaban de vuelta, me agarraba el dolor. No sabés la bronca que sentía. Es como una mezcla de impotencia y rabia. Me costó mucho pasar todo esto. Traté de seguir las indicaciones del médico al pie de la letra y no me olvidé de ningún ejercicio”.

Más allá de las cuestiones físicas y futbolísticas, el mendocino se tuvo que hacer fuerte de la cabeza y lo disfrutó por partida doble. “No me resultó fácil, me bajoneaba mucho. Estaba fastidioso, pero con la ayuda de mi familia me fui tranquilizando y aprendí a mentalizarme con más fuerza. Me puso muy contento cuando me dijeron que iba a jugar con mi hermano. Ojalá ese sueño se repita en Primera. Y aguanté los 90, casi sin dolor y me sentí con ritmo”.

¿Y ahora? El deseo final... “¿Si me veo en el esquema de Jota Jota como Pavone aguantando solo arriba? Yo sí, no tendría ningún problema. Se que Juan tiene su sistema y creo que me podría adaptar sin problemas. Igual, quiero ir de a poco”.

lunes, 28 de marzo de 2011

El Pelado Almeyda elogió la actuación de Buonanotte ante Newell´s y reconoció que el primer tiempo del equipo fue muy flojo.


También habló de su retiro y de la situación económica de la institución.

El máximo referente en la actualidad del equipo Millonario, Matías Almeyda, habló en el programa "Los Más Grandes" por Radio Cooperativa AM 770 sobre todos los temas que lo involucran en el presente de River post victoria ante Newell´s por 2 a 0.

En relación al partido que le ganaron al conjunto rosarino sentenció que "el primer tiempo fue el peor del campeonato". "Llegamos una vez por errores del rival e hicimos un gol". Y agregó: "En el segundo mejoramos, nos animamos un poco más y nos adelantamos diez metros en la cancha". Esto se debió en parte al momento que está pasando el equipo, en la pelea por el descenso. A ello, el Pelado respondió: "Estamos viendo el camino para salir de esta situación incómoda".

Uno de los artífices de la levantada del conjunto Millonario fue el gran segundo tiempo de Diego Buonanotte, quien suplantó a Lanzini. Para Almeyda, él fue el eje fundamental en el funcionamiento del equipo: "Buonanotte entró y marcó la diferencia". A su vez, explicó que el Enano "rindió bien y que se sintió cómodo en la cancha". Ellos siempre fueron buenos amigos, a tal punto de que Diego fue el primero en calmarlo al cinco de River luego de la agarrada con Mauro Díaz hace dos semanas.

También habló del jugador que se reencontró con el gol después de muchos meses, Leandro Caruso, quien convirtió los dos tantos de su equipo: "Me pone contento porque aprovechó la chance que le dieron".

Y cuando le hablan del planteo de River con un solo delantero, el capitán del Millo no se achica y responde: "Antes del partido se ve a River con un planteo mezquino, pero cuando empieza a rodar la pelota los jugadores tienen que acompañar".

También hubo tiempo de responder sobre la deuda que tiene el club con el plantel. Y el máximo referente no dio vueltas en el asunto: "La deuda es real, y Daniel (por Passarella) nos dijo que iba a estar el dinero. Tenemos su palabra y no se volvió a hablar del tema". Además, agregó que "somos conscientes del presente económico de River".

Y en relación a su retiro, aseguró que "ni bien termine de jugar quiero dirigir". ¿En algún momento será el Millonario ese equipo?

Buonanotte no ocultó su deseo de ser titular y contó: “Hacía mucho que no estaba feliz tras un partido...”.


Demostrame que querés jugar”. Así, sin vueltas, lo encaró Jota Jota López a Diego Buonanotte en el entretiempo. Las palabras del Negro retumbaron en los oídos del Enano, quien a pesar de ponerse “un poco nervioso”, jugó sus mejores minutos en el año. “Hacía mucho tiempo que no me sentía feliz después de un partido. Necesitaba minutos para poder demostrar, porque hablando es imposible. Por suerte entré bien y demostré mis ganas de jugar”, contó el futuro papá de Lucía, que nacerá en un mes.

Después de mirar la mayor parte del Clausura desde el banco, el DT le dio la chance al Enano de jugar un tiempo entero. Lo puso en lugar de Lanzini, quien atraviesa un bajón futbolístico y alguna molestia física. “Arranqué un campeonato difícil, no tenía continuidad y la verdad es que uno se siente importante cuando juega. Hice una buena pretemporada y sentía esa explosión en la piernas. Apenas JJ me dijo que entraba, me parecía como que iba a debutar de nuevo. Es lógico porque hacía mucho que no jugaba tantos minutos”.

Si bien no exageró, Buonanotte se mostró por demás conforme con su nivel ante Newell´s. “No puedo decir que fue el mejor partido de mi vida, pero me sentí muy cómodo y voy a ir mejorando a medida que pueda sumar minutos. Tuve varias de las que me gustan a mí, yo siempre quiero encarar y hacer un gol. Una la agarré medio mordida, otra le pegué de derecha y en la última me hicieron penal. Pero ya está. Lo importante es que el equipo ganó. Ahora se podrá trabajar con más calma para otro partido muy difícil como será el domingo contra Quilmes”.

Con los 45 minutos del sábado, el Enano le genera dudas al DT. Podría ingresar en lugar de Lanzini, el pibe que concentra con él y a quien aprecia: “Manu recién arranca y creo que será una gran figura de River”, dijo. También elogió a Lamela. Pero Diego quiere su lugar en el equipo.

domingo, 27 de marzo de 2011

JJ López se fue conforme con el nivel de River y explicó que “se logró un gran triunfo”.


“Cada partido va a ser duro, aguerrido y muy luchado”, aseguró el entrenador, feliz tras el triunfo sobre Newell´s.

“Este es un torneo en el que se definen muchas cosas y estamos en una situación que no es la que queremos y cada partido va a ser duro, aguerrido y muy luchado. Esta vez se presentó así y era importante ganar para seguir prendido arriba", explicó JJ López apenas consumado el triunfo por 2-1 ante Newell´s.

El entrenador aseguró que “En líneas generales River hizo un partido aceptable”, y tiró: “El equipo tuvo momentos muy buenos y otros en los que Newell's los pudo aprovechar”.

Además, elogió la actuación de Diego Buonanotte, quien reemplazó a Manuel Lanzini y cerró: “Se logró un gran triunfo”.

En su vuelta a Núñez tras la lesión, JP estuvo Monumental. Cuando iba 1-1, evitó los goles que hizo Caruso y reconoció:


“Debemos aprender a cerrar los partidos”.

Los aviones podrán pasar bien cerquita del Monumental, pero igual es imposible viajar de Núñez hasta New Jersey en apenas un minuto. Pareciera que Juan Pablo Carrizo todo lo puede, es cierto, menos estar en dos lugares al mismo tiempo. Sin embargo, mientras el que siga volando así sea él, todos saben que su destino será el arco de la Selección. Y el destino de River, justamente, depende de los reflejos del glorioso JP.

No atajó la primera, pero el estadio se vino abajo de cualquier manera. Ya había caído la noche y al equipo de Jota Jota no se le caía una idea. Primero se durmió Ferrari y el pibe Cristian Díaz sacó el latigazo cruzado que le quemó el guante izquierdo a Carrizo. Luego, el que se apoliyó fue Juan Manuel Díaz y ahí apareció Juan Pablo, gigante, para espantar a Sperdutti. “El arquero está para eso y, por suerte, tuve dos tapadas fundamentales, aunque no hubiesen tenido el mismo valor si después Caruso no hacía el gol de la victoria”, comentó el santafesino, quien además felicitó al goleador de la jornada “por tener la capacidad de revertir su situación”, y a Buonanotte “porque estos 45 minutos en buen nivel le sirven para ganar confianza”.

En la cancha como ante los micrófonos, JP siempre asume el rol de líder. Adentro, grita y ordena; afuera, anima y hasta hace autocrítica en el triunfo: “Sumamos de a tres en una fecha muy importante y si bien creo que fuimos justos vencedores, terminamos sufriendo. Dejamos todo, pero nos preocupa no poder sostener la ventaja. Tenemos que aprender a cerrar los partidos”.

Hace una semana, en su regreso ante Arsenal, ya había sido clave para sostener el empate frente a un remate de Obolo. Ayer, en su vuelta al arco de su casa después de la lesión, lo de Juan Pablo volvió a ser Monumental y, así pues, se ganó la mayor ovación al retirarse del campo. Porque la tapa del diario se la lleva Caruso por el peso de sus goles, claro está, pero antes de eso River necesitó que alguien los evitara. Y ahí, entonces, apareció el arquero ganapartidos, un tipo que, como él mismo dijo, ataja con la cabeza y asegura que “el timing es una mentira”.

sábado, 26 de marzo de 2011

River ya dejó escapar 5 puntos en casa y, otra vez con el promedio al cuello, sabe que ante Newell’s no puede fallar.


“Debemos hacernos fuertes de local”, avisó JJ.

Ya lo dijo Juan Pablo Carrizo no bien comenzada esta semana, luego del poroto conseguido en Sarandí y de la confirmación de que Olimpo ya no es un equipo en Promoción: “Si perdemos, estamos otra vez en el quilombo”, deslizó el arquero. Y más claro, echale nafta.

River, de pronto, volvió a sentir el ahogo del promedio. Estalló el otoño y en Núñez se cayeron algunas hojas, nuevamente floreció el uso de la calculadora, al cabo es ésa la cruda realidad. Como suele repetir Almeyda, “será una lucha hasta el último segundo”. Sin embargo, Juan José López jamás se apartó de su discurso sobrio, tan realista como medido. Ni siquiera cuando su campaña reflejaba números de campeón, el soldado de Passarella apuntó los cañones hacia otro lado que no fuera la salvación. Y sabe, el Negro, que más allá de la falta de juego y goles, una de las grandes deudas de su ciclo es interna. Porque las dos derrotas que cosechó en su etapa como entrenador de River fueron en el Monumental, eso sí, contra rivales de la talla de Estudiantes (0-4) y Vélez (1-2). Entonces, el mensaje jotajotista baja como desde las tribunas del Antonio Vespusio Liberti: “Tenemos que hacernos fuertes de local porque ya perdimos bastantes puntos en casa y queremos recuperarnos frente a Newell’s”.

Angel Cappa, a partir de un paralelismo apenas matemático, refleja que, a esta altura del torneo, su River tenía cuatro puntos más que éste. Y los motivos de dicha diferencia pueden encontrarse en Núñez, donde el equipo del señor López dejó escapar cinco unidades (le ganó a Huracán, empató con Argentinos y perdió contra Vélez). Pues bien... Si de comparaciones se trata, el cuarto puesto del Apertura pasado tuvo mucho que ver con la regularidad doméstica, con Angelito primero y Jota Jota después: cinco triunfos (Tigre, Independiente, Arsenal, Boca y Olimpo), tres pardas (Quilmes, Gimnasia y Racing) y sólo una caída (Estudiantes). Es decir que se sumaron 18 puntos, el 58% de los 31 acumulados a lo largo del campeonato.

Para tener una cosecha similar que le permita alejar del todo los fantasmas del descenso, River necesita hacer del Monumental una fortaleza. Y el primer ladrillo tendrá que ponerlo ante Newell’s, un rival que llega golpeado y que hace nueve fechas no festeja lejos de Rosario (cinco derrotas y apenas un gol a favor).

Hoy, alrededor de las 20, se sabrá para qué lado se recuesta el quilombo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Jota Jota no quiso polémicas con “los de afuera” y les puso distancia a Cappa y Palermo:


“Yo trato de hablar de mi equipo, no puedo desviar la atención”.

No es silenzio stampa como el de Falcioni el fin de semana. El de Jota Jota, en todo caso, es silencio piadoso y te estampo. Fiel a su estilo de generar muy poco ruido con sus declaraciones, este Juan José López que reitera una y otra vez que su discurso será el mismo hasta el último día, cumple con eso casi a rajatabla.

No se pisa ni se desdice, justamente lo opuesto a lo que le pasaba a Cappa, el hombre que comparó planteles y observó que en Gimnasia no tiene menos que cuando pasó por River. “¿Qué me genera lo que dijo? Nada. Nada porque no sé el equipo de Gimnasia, no lo conozco”, ninguneó curiosamente el Negro al rival que tendrá que enfrentar en La Plata dentro de cuatro fechas.

“Mi plantel es el mismo, el único nuevo es Bordagaray”, agregó con su habitual sencillez. Y punto. No más preguntas, señor juez. Aunque se le insista con los dichos de Angelito, o los de Palermo advirtiendo que no quiere a Boca en la situación que hoy se vive en Núñez. El técnico, siempre soldado, cambió de frente. “No es que no me interese, pero solamente les puedo contestar inquietudes al presidente, en privado, y a mis jugadores. Nada más. Del resto, cada uno tiene derecho a hablar y los respeto”.

El Negro no se puso colorado para ignorar a “los de afuera”, hombres de palo, pero que no son del palo que él defiende. “Mi preocupación es River. Tenemos un arduo trabajo por delante, en una posición que no es la mejor para nosotros. Por eso, no puedo desviar la atención en otras cosas. Yo trato de hablar de mi equipo, de cómo queremos jugar, de cómo salir adelante y pensar en un mejor futuro”, continuó marcando diferencias con el técnico al que debió suceder, el mismo que una semana atrás comparó a aquel River con éste y dijo que, a esta altura del torneo, el suyo tenía dos puntos más.

Sumando el choque contra Arsenal, si se pusieran a la par ambas tablas, la del Apertura pasado mostraría al equipo de Cappa con cuatro unidades más que el de Jota Jota. Pero lo que valdrá será la suma a la fecha 19 y ésa es la que le importa a López: “Contra Newell’s será una final más. Y sabemos desde un principio que son 19 las que debemos afrontar para conseguir el objetivo”. Trabajando, y no hablando.

El cambio de Caruso por Pavone lo obliga a River a jugar de otra forma. El plan: achicar la distancia entre líneas.


Más que un cambio de jugador por jugador o de nueve por nueve, el ingreso de Caruso en el lugar de Pavone supone una transformación de juego. River no puede -ni debe- atacar de la misma manera con uno que con el otro. A Pavone se lo suele buscar con el pelotazo. A Caruso, no. A Pavone le sienta bien fajarse con los centrales contrarios. A Caruso, no. Pavone es capaz de moverse sin la bola. Caruso la necesita al pie. A tales contrastes, encima, se le añade la falta de gol y la ausencia de triunfos del equipo de Jota Jota. Son muchas demandas para un solo partido. Y es una sola la respuesta la que da su entrenador: “Hicimos trabajos para que el equipo sea más corto y podamos estar en campo rival para que Leandro no deba realizar un recorrido tan largo como Mariano”.

Esta estrategia de achicar líneas entregó los primeros resultados en el ensayo del miércoles. Caruso, que no convierte oficialmente desde el 23 de noviembre del 2009 (en un 4-2 de Vélez a Racing), marcó tres ante la Quinta. “No tendrá la misma potencia física que Pavone -comparó ayer Jota Jota-, pero se acopla al juego de Lanzini, Lamela, Acevedo... Antes de la pretemporada le dije que se preparara, que podía ser una variante. Le llegó la oportunidad”.

La oportunidad será ante Newell’s, cuya defensa es la más goleada del torneo. Esto puede ser provechoso para un River que necesita achicar líneas y para un 9 que debe, desea, requiere, acortar su racha sin gol.

jueves, 24 de marzo de 2011

Juan José López apuesta a una recuperación en el Monumental para alejar a los fantasmas del promedio.


Dijo qu3 con Caruso tendrán más fútbol y que Funes Mori jugará en Reserva. ¿Coincidís con la mirada del entrenador? Opiná.

"La lesión de Pavone y de Román hizo que le tocara entrar a Caruso y Pereyra, pero es normal, están teniendo la misma intensidad de trabajo y funcionamiento. Y hablándoles para que lleguen bien al partido". Jota Jota ya juega el partido. Mete mano por las lesiones de Mariano Pavone y Adalberto Román. Pero los ingreso, dice, pueden ofrecerle otra cosa: "Pereyra conoce esa función y le puede dar un plus en la parte ofensiva, un poco más de llegada. Y con Caruso podemos tener un poco más de juego. Leandro conoce esa posición. No tendrá la potencia física de Mariano (Pavone) pero se puede acoplar al juego de Lanzini y Lamela", contó.

Sobre la visita del jueves de Passarella, el técnico opinó: “Ya lo tenemos hablado con Cachito Vigil, un proyecto integral de Inferiores, en diferentes temas que tienen que ver con el crecimiento de los chicos. No sólo en lo futbolístico sino también en la alimentación, el descanso… Estuvimos hablando de eso. Y siempre es bueno que el presidente del club se arrime y esté en contacto con los jugadores, porque conmigo está en contacto todos los días, con charlas de fútbol y lo que ataña a la vida deportiva de River".

Contra Newell's, además de volver al triunfo, Jota Jota quiere sumar de a tres para recuperar los puntos perdidos en casa tras el empate con Argentinos y la derrota con Vélez: "Para River es una final más. Así lo hablamos con los jugadores. Tenemos que pensarlo así y que tenemos que hacernos fuertes de local, donde perdimos varios puntos, porque queremos seguir arriba".

¿Si en algún momento pensó en poner un doble 9 por la ausencia de Pavone? No: "Yo soy realista. A Funes Mori lo estamos recuperando de a poco, está saliendo de la pubialgia, y por eso está concentrado para ver si puede jugar 60 minutos en la Reserva. Tengo que pensar con sensatez y tranquilidad para poner lo mejor que tengo en cancha”.

Funes Mori jugó 50’ para los suplentes: podría ir al banco.


No sólo Caruso tuvo examen: también Funes Mori debió pasar una prueba, pero en su caso no fue por la lesión de un compañero sino por la propia. En medio de una pubialgia que no lo abandona, el dueño de la 9 tenía que demostrar que la lesión no le impide, al menos, ir al banco el sábado si JJ lo necesita. Y en los 50 minutos en que los suplentes ganaron 2 a 0 (ver página 15), el Melli mostró buen ritmo, asistió a Arano en el primer gol, pivoteó de espaldas al arco y metió sus habituales diagonales, aunque todavía se lo nota con poca confianza para la puntada final. De hecho, en el gol de Chiche pudo haber definido de zurda (como lo hizo en el mano a mano que desperdició un rato antes) entrando por el segundo palo, pero prefirió dominar la pelota y dar el pase atrás.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Con la postergación del recital de Plácido Domingo por la lluvia, el delantero de River la rompió en la práctica y metió tres goles.


Será el reemplazante de Pavone ante Newell's. En ensayo de hoy ante la Quinta, Pereyra entró por el paraguayo Román.

La incógnita llegó a su fin y tal como se venía viendo en la semana, Leandro Caruso será el reemplazante de Mariano Pavone, que se desgarró en el empate ante Arsenal y tendrá por lo menos para dos semanas de recuperación. Jota Jota López apostará a un cambio de delantero por delantero y parece que la propuesta será algo más jugada porque Roberto Pereyra fue el reemplazante de Adalberto Román, tamibén con problemas musculares.

La práctica fue contra la Quinta y el Negro paró al sigueinte equipo: Carrizo; Maidana, Ferrero, J. M. Díaz; Ferrari, Acevedo, Almeyda, Pereyra; Lamela y Lanzini; Caruso. Ganaron 3 a 0 con los tres del delantero que quiere que la ausencia de Pavone, hasta ahora el mejor de River, en un partido clave para sumar porque los de abajo acortarron distancias.

Los referentes copiaron el mensaje de JJ y, realistas, aseguraron que siguen alertas.


“Si perdemos, estamos otra vez en el quilombo”.

La aparición de Juan José López en la escena de River no sólo fue sinónimo de un nuevo paladar Negro, de la adopción de un sistema con un único punta y del crónico mensaje del corazón caliente y la cabeza fría. El técnico también transfirió otro principio bien jotajotista: el realismo puro. Se trata de una manera de asumir, a conciencia y sin pudor, que los tiempos dorados mutaron en días de porcentajes, promedios y calculadoras.

Los soldados del soldado de Passarella coinciden en esta prioridad matemático-aritmético. No fue casual que en la mañana de ayer, en diferentes confines del predio de Ezeiza, Almeyda, Carrizo, Ferrero y Ferrari hayan usado una voz común para expresar exactamente lo mismo. Almeyda, Carrizo, Ferrero y Ferrari, sí, cuatro capangas que no evitaron hablar de la situación en que quedó River tras el último fin de semana. Fue como escuchar a Jota Jota.

Lejos del Olimpo está River. Y con los pies en la tierra, como siempre, anda JP Carrizo: “Nosotros en ningún momento sentimos comodidad. Sabemos que si nos relajamos y no conseguimos un buen resultado el sábado, estamos de nuevo en el quilombo”. Si no se entiende este rapto de autenticidad, basta con leer otro de los conceptos que el uno emitió en Fox Sport: “Si creemos que por ser River no nos vamos al descenso, nos estamos engañando a nosotros mismos. Uno soluciona los problemas cuando los asimila, los acepta. Nos faltan goles, pero el equipo está seguro y compacto”.

Lejos del Olimpo, también, quedó River después del Bombonerazo y de la magia de ese clon de Buonanotte lamado Martín Rolle. JP admitió que el domingo se rompieron las matemáticas en La Boca. Pero lo que hagan los de Bahía, o bien los amigos Falcioni y Riquelme, es otra historia. Lo concreto es que el equipo de Jota Jota lucha contra su propia existencia: hace tres partidos que no gana. Y ahora está obligado a sumar más que All Boys y Olimpo para no caer en la Promo. Tan compleja es la situación, que también habrá que estar atento al partido de Tigre. “Yo sigo mirando los resultados de los otros equipos y las dos tablas. Tengo seguridad en mi equipo. Pero la mayor garantía son los triunfos”, se prendió un realista del despeje: Alexis Ferrero. “Debemos ir partido por partido para salir”, lo secundó Ferrari.

¿Y qué piensa el capitán? “Hasta el último segundo de este torneo, River tendrá que luchar. Subimos, bajamos, subimos, bajamos. Estamos ahí de la punta, pero a la vez seguimos comprometidos con el promedio. Nosotros y la gente somos conscientes de eso”. Lo firma Matías Jesús Almeyda. El sí conoció a River en el Olimpo.

martes, 22 de marzo de 2011

Buonanotte no oculta su angustia por jugar poco y, si bien dice que ahora no pone mala cara, pide una oportunidad.


Buonanotte vive horas de contradictorias sensaciones. Ha logrado ser transferido a Europa, está a la espera de su primera hija, asegura atravesar un gran momento en lo físico, pero... Pero el fútbol obtura todo. O casi todo para quien concibe a este juego como su quintaesencia.

Los datos duros signan invariablemente su realidad: sumó cuatro presencias en el torneo, nunca entró de titular y su tiempo máximo en cancha fueron apenas 25 minutos contra Huracán. “Juan sabrá lo que hace. Es el técnico y hay que respetarlo. Uno no coincide porque siempre quiere jugar. Tendré que estar al pie del cañón para demostrar que quiero y puedo”, comentó Buonanotte en Radio Mitre, en otra de sus catarsis pública en la que, con cuidado, procuró evitar su repetida modalidad del reproche.

El zurdo de Teodelina está luchando contra un tiempo que lo apremia. Le quedan 13 partidos por delante, apenas dos meses antes de viajar al Málaga e infinitos deseos de cambiar esto que le toca: “Irme así es lo peor que me podría pasar. Es horrible. Después de tantos años... En el verano dije que quería dejar el club con un título”, agregó, sincero y pragmático, quien debió resignar el 85% de lo que River le adeudaba a fin de destrabar su transferencia a España. “Hay una amistad y un amor inmenso entre Buonanotte y River. Cuando me pongo esta camiseta puedo un poco más, doy un poco más, aunque no tenga fuerza”.

No haber sido siquiera el tercer cambio, como le ocurrió el sábado, movilizó sus más íntimas fibras. “Antes me enojaba, ahora no porque no le hace bien al equipo”, dijo. Pero también dijo “es un poco triste sentirme tan afuera del grupo”. A su vez dijo que “es importante que mis compañeros no me vean con mala cara”. Dijo que necesita continuidad. Dijo que Almeyda le comentó que está volviendo a ser el de Buonanotte de antes. Dijo: “Recuperé la fuerza en las piernas, la explosión, cada día me siento mejor. Necesito plasmarlo dentro de la cancha”. Y dijo, autocrítico, que “todavía no rendí lo que debía”.

¿Cómo será lo qué vendrá? ¿Se le abrirá una puerta a partir de la lesión de Pavone? De enganche, de mediapunta, de delantero, Buonanotte quiere estar. “Me entreno, me alimento, hago todo bien como quiere Juan. Voy a empezar esta semana con todo para ver si se me da”.

lunes, 21 de marzo de 2011

A pesar del tirón que sufrió el sábado, Román no quiere bajarse del partido con Newell’s:


“Amanecí bien, sólo tengo un molestia leve”.

"Acá estoy, jugando un poco con mi hija”. Adalberto Román nunca pierde la sonrisa. Ni cuando ese “estironcito” (sic) que sintió el sábado es uno de los temas que preocupa a todo River. El empate ante Arsenal dejó un punto para el promedio y dos averiados para el próximo partido. Pavone, quien pidió el cambio apenas notó el pinchazo en el aductor derecho, y el paraguayo, que a pesar de la molestia siguió jugando unos minutos más. Y a pesar de que el diagnóstico inicial fue el mismo que para el Tanque, el defensor aún mantiene la esperanza de poder jugar frente a Newell’s. “Amanecí bien, sólo tengo una molestia leve, nada grave. Ahora me tengo que hacer los estudios, ojalá que no salga nada y llegue al partido del sábado que viene”, desea el Beto mientras Mía, su nena de tres años, disfruta del día de descanso de su papá.

La agenda de Adalberto le marca que antes de ir al Monumental, hoy deberá pasar por la clínica Rossi para que le realicen los exámenes de rigor para estos casos. Ahí estará, a ciencia cierta, el grado de lesión. “Camino bien, no me molesta mucho”, insiste el guaraní en el breve contacto, ilusionado con que ese tirón no sea más que eso.

Si bien para Jota Jota sería un problema no contar con el paraguayo, reemplazarlo le resultaría más simple que suplir la ausencia de Pavone porque tiene a Juan Manuel Díaz listo para pasar a la última línea y darle pista en el mediocampo a Pereyra. Pero este Román parece ser más duro que el otro, y no quiere bajarse de ningún partido. Más sabiendo que hubo gestiones entre River y la selección paraguaya para que no se lo llevaran esta semana (el equipo de Martino enfrentará el sábado a México y el martes 29 a Estados Unidos) así podía estar, justamente, en el choque contra Newell’s. “Vamos a ver qué pasa, yo espero que no sea nada grave”, se despide Román para seguir disfrutando de una tarde en familia. Siempre con una sonrisa.

domingo, 20 de marzo de 2011

A Jota Jota no lo dejó tan conforme el punto que River logró en Sarandi.


Por más que sirve para seguir sumando, y dijo que agregar puntas no es ser más ofensivo: "River es audaz y genera opciones. Fuimos a buscar el partido como podemos”.

Cansado del mote de entrenador defensivo, JJ López disparó contra quienes acusan a River de meterse atrás y lanzó: “En el segundo tiempo River fue protagonista, de eso no tengo dudas. Fuimos a buscar el partido como nosotros podemos. Hay gente que piensa que poniendo tres delanteros podes definirlo. El equipo trabajó bien y es audaz. Creamos opciones, no llegamos de casualidad, casi lo ganamos pero Campestrini se la sacó a Pereyra”.

Siguiendo con el tema, JJ explicó que “quiere salir primero pero que debe estar tranquilo”. Además, aseguró que un punto no sirve de mucho y dijo: “No nos gusta empatar, nos hace falta ganar. Hoy el empate no es negocio, pero con Vélez nos quedamos con las manos vacías por ir a buscar el resultado sobre la hora”.

Por último, se mostró cauto con las situaciones de Pavone y Adalberto Román, que se retiraron lesionados: “Son distensiones, vamos a ver cuando se le hagan estudios. Lo tiene que resolver el cuerpo médico”, cerró.

sábado, 19 de marzo de 2011

Con apenas cinco prácticas enteras con el grupo, Carrizo regresa al arco tras 53 días.


¿Y Chichizola? Estará en el banco.Qué significan 53 días en la vida de una persona? Nada, poco y mucho, o al revés, o todo junto. En rigor, es necesario acotar la pregunta, saber qué ocurrió en ese período y ponerle nombre a la vida de la persona. Mejor, va de nuevo: ¿qué significan 53 días en la historia de Juan Pablo Carrizo? ¿Y qué implicancias tienen los mismos si transcurren lejos del arco, en pleno proceso de recuperación del estiramiento en el ligamento interno de su tobillo izquierdo? Estos 53 días sin Carrizo en el arco, entonces, resultaron una breve eternidad. Pero hoy, en Sarandí, finaliza la espera. Una espera que, en un comienzo, se presumió más compleja de lo que sería. Primero porque, apenas JP cayó con su dolor en el campo de Kimberley, se llegó a temer que había sufrido una lesión ósea. Segundo porque no fue fácil pensar en su reemplazante. Y tercero porque aquel Chichizola no era el Chichi de ahora.

“Tapás la primera pelota, se viene el estadio abajo y ya está...”. Así de simple imagina Carrizo su reencuentro con el fútbol. No cree en aquellos lugares comunes que predican sobre la necesidad de aceitar el timing en la competencia. Es que para JP el timing es su carácter. Y su carácter, su personalidad, su imagen, no se lesionaron. Al contrario. El lunes se entrenó por primera vez con el resto del plantel. Participó de un picado en el que no dejó evidencias de su inactividad. Voló, anticipó, arriesgó... Su equipo le ganó 17 a 8 al rival que tuvo como “volante central” a Chichizola. Pero no fue por esto que recuperó el puesto. Tampoco por el 1-2 ante Vélez. El arco siempre fue suyo. Y suyas fueron las ganas de recuperarlo cuanto antes.

No está claro hasta cuándo seguirá en sus manos. Se desconoce qué pasará cuando finalice su préstamo. River, al menos, tiene la tranquilidad de haber encontrado un potencial Carrizo. JP lo sabe: “Chichi hizo que mi ausencia no se notara”. Pero Jota Jota López ya tenía decido su regreso desde hacía 53 días. Hoy es el día del arquero...

viernes, 18 de marzo de 2011

Y una mañana, a Almeyda se le peló un cable y medio: tomó del cuello a Mauro Díaz y al toque le fue duro a Acevedo.


Dolido, hasta ofreció disculpas públicas.

Y? ¿Qué pasó? ¿Así que Almeyda se agarró a trompadas?”.

El conductor del remise todavía no había puesto primera y ya se vendía como una víctima más de la nueva era. Son tiempos de Twitter y, entonces, los comentarios vuelan cual me ha contado un pajarito. Ya no es el boca a boca, ni siquiera un teléfono descompuesto. La información viaja a una velocidad que no se detiene en chequeos y, así, en cuestión de segundos, nomás, Buonanotte puede cambiar la voz o Ferrero, tirar un caño. Pero, en definitiva, ¿qué fue lo que ocurrió? ¿Al Pelado se le peló un cable? Sí, correcto. ¿Lo agarró del cogote a Mauro Díaz? Ajá. ¿Y al toque le entró fuerte a Acevedo? También es cierto. ¿Acaso se fue a las manos? No, ni ahí...

Juan José López sonríe ante la primera pregunta de la conferencia. “No pasó nada”, dice y avanza: “Cuando se tiene sangre pasan estas cosas”. A esta altura, dos horas después del final de un ensayo chispeante, el capitán de River ya está en su casa. Se ve por tele, casi en cadena nacional, y no le gusta. Vuelve a arrepentirse. Quizá por eso agarra su celular y se comunica con la producción de Estudio Fútbol primero y la de Un Buen Momento después. “Estoy escuchando lo que dicen y parezco un asesino. Yo llamé para tranquilizar un poco. Hay momentos en lo que uno se calienta. Estaba enojado por otra cosa y justo la ligó Maurito”.

Y la verdad, Maurito no había hecho algo para ligarla, nada más allá de lo que pasa en cualquier picado. Apenas un roce sobre un costado, otro cuerpo a cuerpo en la mitad de cancha y, ahí, la reacción desmedida e inesperada de Matías Jesús, quien se la agarró con el pescuezo del crá (Gorosito dixit). El entrerriano se quedó duro, en el molde, mientras Buonanotte se encargaba de separar y Almeyda le gritaba “es la segunda, ya es la segunda”. Pero la térmica del hombre de Azul no había mermado aún. A la jugada siguiente lo atendió a Acevedo y su compadre del medio debió salir por el golpe que sufrió en el tobillo izquierdo. Ese fue el inicio del final de un fútbol reducido que se despidió con la imagen de Almeyda y Díaz yendo juntos a buscar una bebida a la heladerita, ideal para enfriar el clima. Al Pelado le sirvió: “No fue un buen gesto, pero ya está todo bien, Maurito es un pibe fenómeno. Son cosas que pasan, la diferencia es que ésta quedó grabada. En la vida no todos somos perfectos ni santos. Somos todos iguales”.

jueves, 17 de marzo de 2011

Chichizola respeta y hasta comparte la decisión de que vuelva JP. “Ya estaba más que hablado”, explicó.


Ni el arco más grande del mundo tiene espacio para dos. Y menos si uno de ellos demuestra a cada rato que su espalda va de un banderín del córner al otro. Juan Pablo Carrizo habla como ataja, dueño de una personalidad que asusta. JP vuelve. Pero Chichizola no vuela.

No. No vuela de la titularidad simplemente por aquel macanón del que el lunes hablaron todos los porteros, ya sean colegas o los que baldean las veredas. Tampoco vuela de bronca por no tener una revancha inmediata. “Claro que me hubiese gustado, pero era algo que ya estaba más que hablado. Juan Pablo salió por una lesión y yo sabía que él regresaría cuando se sintiera en condiciones. El arco es de Carrizo”, subrayó desde la cordura y el respeto este arquerito que en diez días cumplirá recién 21 años.

Aun antes de este postgrado en Primera, Chichi creció bajo la sombra de Carrizo. “Me gusta que me comparen con él”, fue su primera confesión, luego de que Pipo Gorosito lo hiciera debutar en un amistoso de pretemporada. Ahora, en el momento más complicado de su incipiente carrera, es su propio ídolo quien lo banca y admite que hay detalles que los unen. Uno de ellos, claro, debe ser la manera de afrontar las equivocaciones. Chichizola no quiso esconderse en el banco de suplentes, habló en ESPN Radio en Rivadavia y hasta él solito catalogó de “blooper” su insólita pifia. Por si acaso, también aclaró, a lo Carrizo: “No soy de bajonearme por un error sino que trato de mejorar y ser cada día un arquero más completo. Igual, sé que éste fue grosero porque justo apareció Silva para empujarla”.

A pesar de asumir sus culpas, Chichi nunca estuvo solo. De inmediato recibió el apoyo de los hinchas en el Monumental, la arenga de Almeyda al finalizar el primer tiempo y la dedicatoria de Pavone tras el transitorio 1-1. “En el vestuario todos me bancaron, desde el Pelado hasta Lanzini, y por eso hay que sacarse el sombrero por el grupo de personas que tiene este plantel”. Luego llegarían los mimos del Pato Fillol. “Me dijo que es normal, que él también se comió goles al principio de su carrera y que lo mejor era dar vuelta la página. Si hubiese salido mal en un centro, seguramente se habría preocupado más”, contó el guante santafesino.

Chichizola estuvo 395 minutos invicto. El domingo, justamente, batió el récord de imbatibilidad en el inicio de un torneo, aunque el dato quedó en un quinto plano por aquel plop que encontró más repercusión que sus anteriores tapadas. “Fue un error anormal que opaca un poco mi rendimiento general. Trato de no hacer hincapié en eso y sacar lo positivo para que me sirva de experiencia”.

miércoles, 16 de marzo de 2011

A horas de su vuelta al arco de River tras la lesión, Carrizo vuela de palo a palo y asegura que "el timming es una mentira".


Chichizola, la Selección, el día que invitó a pelear a un referente, la falta de compromiso de los pibes y la mano dura de JJ en una charla con guantes puestos.

-¿Volvés antes de lo que pensabas?

-No, la sexta fecha siempre estuvo en mi cabeza, pero por las dudas decíamos la octava.

-¿Con una práctica de fútbol te alcanza?

-No necesito más, yo juego de acá (se señala la cabeza). Cuando no atajaba los domingos, mi partido era en las prácticas: me concentraba al máximo, no hacía boludeces. Así me mantenía vivo. Te dicen que estás falto de timming y no es así. El timming es una mentira. Es la confianza que tenés que demostrar durante 90 minutos cuando está la gente. Vos tapás la primera pelota, se viene abajo el estadio y ya está. O al revés, si se te escapa y no tenés la cabeza fuerte...

-¿Eso demostró Chichizola después del gol de Palermo en el verano?

-Exacto. Y muy bien. Me acuerdo que en la pretemporada con Cappa en Salta, una vez Angel le marcó un error y se bloqueó. Pero en Mendoza demostró que estaba fuerte y que lo que le dijo Angel le sirvió. La prueba de fuego ese día fue que se dio al principio y se repuso como si nada hubiera pasado.

-¿Y ahora, con lo que le pasó el domingo?

-Lo mismo. Pero ya pasó, no quiero hablar de eso.

-¿Coincidís con que tiene similitudes con vos?

-Hay detalles como el de agarrar la pelota con una mano, cómo camina el área, la potencia en la reacción, que busca agarrar la pelota y no dar una segunda jugada, y que arriesga en los centros. Cuando uno arriesga es porque se siente seguro. Y cuando se equivoca, Leandro no se cae, es su característica.

-¿Pensaste en algún momento que él se iba quedar con tu puesto?

-No. Los técnicos respetan los momentos y Juan, cuando yo volví a entrenarme, me dio la bienvenida y dijo ante el plantel que había lamentado la lesión. Y sé que es sincero. Yo contra Arsenal quiero demostrar, no por Juan ni por Chichizola. Por mí. Porque aspiro a grandes cosas.

-¿En tus ganas de volver rápido influye que se viene la Copa América?

-Tengo la esperanza de volver a ser convocado. Lo que no me esperaba y me sorprendió fue lo que dijo Batista hace unos días: que era el arquero que más le gustaba. Me cayó muy bien, pero hasta que me vea en la lista, no paro.

-¿Esas cosas te hacen pensar que hiciste bien en volver a River?

-Había muchos motivos para quedarme en Europa, pero a las tres de la mañana me ponía a ver por Internet los partidos de River. Y tenía ganas de estar acá. Por eso decidí volver. Me considero un tipo arriesgado. Te puede salir bien o mal. Pero yo fui a Europa y no pude llegar al Mundial, entonces en lo deportivo me fue mal. Pero crecí mucho en otras cosas, como persona, como profesional. Hasta que llegué allá no sabía lo que era ir al banco. Ahí aprendí lo que es estar fuera del equipo también.

-¿Notás el cambio en tu personalidad?

-Sí, soy más completo en varios sentidos. También fui papá y fui aprendiendo diariamente a serlo. Estás en otro país, solo, y te aferrás a tu familia. A mí me sirvió mucho.

-Suena raro que no quieras volver.

-A mí me gusta, como a cualquier jugador, estar en la elite, jugar en las mejores ligas... Pero volví a River y encontré mi lugar. Afuera daba mi opinión de cómo me gustaría jugar y no me escuchaban. En Lazio, por ejemplo, hacía un partido muy bueno y el lunes venían y me marcaban siete errores. Ellos dicen que nosotros atajamos por intuición y no por formación. Acá vengo, opino que me gusta la defensa fuera del área en las pelotas paradas y el entrenador me escucha, discrepamos y vemos qué es lo mejor.

-¿Eran lógicos los errores que te marcaban?

-Tampoco soy necio. Si me marcan un error que cometí, lo acepto. Pero a veces me decían que no jugara con los pies. Y si tengo esa cualidad, ¿por qué no la voy a aprovechar? Agregame algo nuevo, hablame de otra forma, pero no me digas no y no.

-Fantaseando, ¿a qué club europeo te gustaría ir? ¿Al Barcelona?

-No, ja, el Barsa tiene un arquerazo. Víctor Valdes está muy bien. Es el mejor equipo de la historia, al menos de los que yo vi. Ni me animaría a mencionarme, me daría vergüenza. Si te tuviera que decir un lugar es la Selección. Se me postergó, era el momento, pero a veces las cosas no salen y hay que seguir. Cuando no te sale un trabajo y no podés pagar una cuenta, ¿qué hacés? ¿Dejás de vivir? No, tenés que seguir adelante.

-¿Cuál es el mejor arquero del mundo?

-Me gustan muchos, pero me quedo con el último campeón mundial. Casillas tiene un gran sentido de la ubicación y mucha personalidad. Contra Holanda apareció en el momento en que se lo necesitaba. Los grandes arqueros intervienen poco y cuando lo hacen, son fundamentales. Después me gusta Buffon, que es más técnico, de escuela, menos arriesgado, lo que quieren en Italia. Y Valdes, que tiene mucha seguridad con los pies, la pone adonde quiere y además tiene reacción y es muy completo.

-¿Desde afuera sufriste más que cuando atajás?

-Sí, sí. Es diferente. Entendés cuando la gente putea o grita porque no hacemos un gol rápido. A veces en la cancha sentimos que estamos bien, manejando el partido, pero desde afuera se ve de otra manera. La gente te grita que bajes la pelota, que la pongas contra el piso y tienen razón, pero a veces no podés.

-¿Cómo lo viste a River?

-Yo pienso que el equipo tuvo una prueba importante contra Tigre, un rival directo, de visitante, que en el torneo anterior nos había costado ganarle sobre la hora. Logramos un empate. Después le ganamos a Huracán y se dieron buenos resultados. Pero eso no quita que tenemos cosas por corregir.

-Con Cappa no querían hablar del descenso y decían que podían pelear el campeonato. ¿Jota Jota los bajó a la realidad?

-En la etapa que estuvo Angel, la mentalidad del plantel era pelear el campeonato porque también era como que no creíamos dónde estábamos parados. Después, entendimos y asumimos que nos habíamos equivocado. Y nos comprometimos más en los entrenamientos, empezamos a declarar que necesitábamos sacar puntos y no que podíamos pelear el campeonato, mostrando que la realidad es sumar. Eso no quita que llegada la fecha 15 nos encontremos cerca de la punta y digamos: “Vamos por el torneo”. Pero hoy somos cautelosos.

-¿El hincha también se concientizó y ahora valora un empate?

-Sí, el hincha es el que más sufrió. No es agradable verse en la Promoción. Como valoran un empate, también valoran cuando ganás en el último minuto. Ojo, nosotros sabemos que para ganar tenemos que jugar bien, que así tenés más posibilidades, no es que nos vamos tranquilos en ese sentido.

-A Cappa le faltó...

-(Interrumpe). A Angel no le faltó nada. Tengo una admiración increíble por él, sobre todo porque en este ambiente hay entrenadores que te persiguen y ellos fueron jugadores de fútbol. Yo critico a los que han cometido esos errores y no quieren que los cometan sus jugadores. Por un lado se lo acepto y por otro, no. Acepto que no puedo estar hasta las cinco de la mañana todos los días porque tengo que ser profesional, pero si un día te acostaste a las tres porque no te pudiste dormir, porque viste una película, ¿no tenés derecho a ver una película? O porque tomaste una copa de vino en tu casa o con un amigo que fue a comer un asado, o porque tu hija tiene fiebre... Al otro día, si sos profesional venís y entrenás como si nada hubiera pasado. En cambio, si te mostrás cansado, el técnico sí tiene argumentos para criticarte. Ahí evalúo a un entrenador, no cuando no tiene argumentos.

-¿Se equivocó Cappa en ese aspecto?

-Lo que pasó con Angel es que es una persona abierta, con una gran seguridad en sí mismo y que brinda confianza. No está encima del jugador, él confía. Pero lamentablemente en el fútbol de hoy hay jugadores que no son tan profesionales y a la hora de formar un grupo pudren al resto o no logran tener un buen mecanismo de grupo que después se ve reflejado en el campo. Eso nos pasó con Angel, que no podíamos conseguir resultados. Nos daba libertad. Yo la asumía. No te digo que no iba al teatro a la función de las 12, pero lo hacía un martes, no un viernes. Yo lo entiendo, pero hay chicos que no. Y los que no entienden necesitan de una persona como Jota Jota, que puso límites más allá de los nombres. Carrizo faltó al entrenamiento, “bueno decime por qué faltaste, dame motivos coherentes”. Si no, castigo. Como tiene que ser.

-¿Los más grandes les hablaban a los más chicos y no alcanzaba?

-Y, no. Les hablás, les decís que se cuiden, que sean responsables, pero tenés un tope. Después, está el entrenador. Si fuera el técnico, al pibe que no sabe manejarse lo mando de nuevo a las Inferiores por más contrato que tenga. Pero Angel no tenía esa personalidad, o no le gustaba ser así. Nosotros como jugadores no supimos entenderlo a Cappa.

-¿En cuanto a la propuesta futbolística, la de Cappa era la que necesitaban para el momento?

-Desde un primer momento la idea era sumar, pero Angel también entiende que se logra ganar un partido cuando jugás bien. Fomentaba el buen juego… No pudimos. Porque nosotros no lo entendíamos, porque físicamente quizá nos estábamos bien… Por lo físico no se le cae al PF ni a la idea del técnico. Se le cae al propio jugador. Porque Angel no venía y decía “Enano, levantá 120 kilos como hace Carrizo”. Somos dos cuerpos diferentes, había que trabajar a conciencia. Eso fomentaba y hoy en el fútbol hay poca conciencia. Entonces, Jota Jota, entendiendo eso, trabaja para crear conciencia con exigencia.Hoy te quejás porque concentramos los viernes a la tarde, jodete. Antes, con Angel, concentrábamos los sábados a la noche. Eso pasa por cómo nos comportamos, no porque el técnico no te dé libertad.

-En el medio de este cambio se fue Ortega. ¿Eso es parte de este orden que necesitaban?

-Ariel es un ídolo histórico del club y se merece la mayor despedida cuando él lo desee, en la cancha de River ante su público. Acá se habló mucho de su enfermedad y eso era un caso aparte. A Ariel no lo podíamos involucrar a la hora de los límites del plantel. El ya tiene 36 años, es un hombre de familia que tiene sus hijos, su señora, y sabe lo que hace. Lo que tratábamos nosotros era decirle al grupo que no se comparara con Ariel porque él era una excepción. No porque es amigo mío y quiero halagarlo. El mínimamente tiene diez títulos en la espalda, jugó mundiales y es ídolo del club. Además, si no quiere jugar más al fútbol, tendrá donde caer, cómo seguir adelante su vida. De estos chicos que están empezando, algunos ni siquiera tienen su primer contrato. Y lo que uno les quiere demostrar es que están ante la posibilidad de su vida. Pero hay gente que no lo entiende. Y cuando pasa eso, vos hablás hasta cierto límite, después te hacés a un lado. Nosotros tratábamos de que se diferenciara el caso de Ariel, pero se llegó a un límite. El entendió y la Comisión Directiva y Passarella decidieron un cambio de ámbito. Y puede ser que haya sido lo mejor para los dos, ¿por qué no?

-¿Ahora el mensaje para el grupo es más claro?

-Sí, también de parte de los directivos. Ya ha bajado Daniel a dar una charla. Y cuando él dice “ya no me importa cómo se llame”, no queda ajeno nadie. Ni yo, ni Almeyda. Estamos todos en la misma. Y de eso se trata, de que desde arriba haya un apriete, porque se necesita tener responsabilidad, en el fútbol y en la vida. Aunque si vos querés ser irresponsable en tu vida, hacelo pero sin perjudicar a nadie. Pero acá somos un grupo de 30 jugadores, donde cobrás por ganar un partido, sufrís cuando perdés, te putea la hinchada y te critican los periodistas. Entonces, si no estamos juntos y tiramos todos para el mismo lado, no va. Hay que tener solidaridad con el compañero. Y hay muchos chicos que la tienen, eh. Ojo, que hablo y parece que tuviera la verdad de todo, y capaz que en la cabeza de los chicos se les pasa “¿y éste qué se cree?”. Es un problema de ellos. Yo conmigo vivo bien, hablo con todos a los ojos y soy transparente.

-También hubo un momento en el que alguien te lo habrá dicho a vos.

-Sí, no de esta manera porque yo nunca le mezquiné al trabajo. Pero sí me tocó ser, por ejemplo, el primero que entraba en el loco y callado la boca, porque el derecho de piso se paga en todos los ámbitos de la vida. Son etapas que hay que ir cumpliendo, respetando y también recibiendo respeto. Porque cuando yo llegué a Primera, respetaba a quienes me respetaban a mí. Al que no, yo no lo respetaba aunque tuviera 20 ó 30 años. A mí no me importaba. Yo a los chicos les exijo respeto porque de mi parte también reciben respeto. No puedo pedirlo si estoy todos los días pegándoles un cachetazo.

-¿Te pasó cuando eras chico que algún referente no te haya respetado?

-Sí, pero no voy a dar nombres. Obvio que me pasó. Y lo invité a pelear.

-¿Después te respetó?

-Eso fue delante de todo el plantel y ya se dieron cuenta de que mi personalidad marcaba algo. Yo siempre calladito la boca, pero no me iba a bancar el boludeo. No porque seas menor de edad te tienen que denigrar o tratarte mal. En ese momento no pensé en dar un mensaje, lo invité a pelear porque lo sentí así, pero demostré que me hacía respetar. Todos nos tenemos que respetar. No podés creerte que sos el dueño del mundo por estar en una nube, porque esto que vivimos hoy los futbolistas es una nube, es irreal.

-Es bueno que alguno lo asuma.

-Ganás mucho, sí, pero tratá de que esa fortuna te sirva para el resto de tu vida. Porque si no, no te sirvió de nada. El fútbol son 10, 15 años, pero recién después empieza tu vida.

-¿Vas a seguir en River?

-Hoy mi deseo más cercano es volver a jugar. Después me gustaría quedarme en River, ya lo dije. Si el club puede hacer un esfuerzo, me gustaría seguir acá. Hablo de esfuerzo porque la Lazio pone un precio por mí y no sé si River está en condiciones de pagarlo. Mientras tanto, yo ya hablé con mi representante y le dije que buscara un acuerdo entre los clubes. Me quedan dos años más de contrato con la Lazio, pero mi ideal sería seguir en River. No tengo dudas.

-¿Por qué?

-Porque me siento bien y creo que todavía le puedo dar mucho al club. Mientras yo tenga vida útil, me gustaría que River me respete y tenga siempre el deseo de retenerme.

martes, 15 de marzo de 2011

Juan Pablo atajó en un reducido, se mostró intacto y su equipo venció al que tuvo a Chichizola como volante.


Y aunque Jota Jota no lo definió, hay ventaja para Carri.

Con el diario del lunes, se insiste contagiosamente desde la patria futbolera, habla cualquiera. ¿Y con el del martes? Con el del martes, también. De hecho, es posible escribir esta crónica con la lógica del resultado: porque ayer hubo un partido de fútbol en espacios reducidos en el Monumental, porque el dilema del arco pareció haberse inclinado hacia el lado de la experiencia y porque, en esencia, Carrizo le ganó a Chichizola. Fue 17 a 8. ¿Partido liquidado? Lo concreto es que las imágenes que se montaron en la primera práctica de la semana pueden terminar valiendo más que que mil especulaciones. A ver: JP se puso los guantes para el picado; Chichi se los sacó. JP atajó como si aún tuviera que demostrar que se llama Carrizo; Chichi jugó de volante tapón como si horas antes no hubiera sufrido lo que tocó padecer a un tal Chichizola. JP se mostró entero, confiado, activo, con ganas de regresar al arco ante Arsenal; Chichi, también.

Pero, contrastes mediantes, aún resulta imposible clausurar la incertidumbre en torno al arco. Tan cierto como que hay dos arqueros para un mismo arco es que el DT confía en ambas opciones. A Carrizo le ha dado desde su asunción fueros de líder. Y con Chichizola elaboró una de las apuestas más arriesgadas. En uno y en otro descansa su confianza. Este dilema surge justamente como hermano de la abundancia y no como hijo de la escasez, sabiendo que hace tiempo a River no le sobra ni un cospel. Ahora bien, la decisión llega en el más inoportuno de los momentos. Hubiera sido difícil pensar en sacar a un invicto Chichizola. ¿Pero es más sencillo hacerlo tras los hechos del fin de semana? ¿Pesará el error de uno? ¿Influirá la ansiedad de volver del otro? Cualquiera sea la respuesta en la visita a Sarandí, Carrizo y Chichizola parecen estar más allá de la discusión. Si el fútbol suele funcionar a veces con combustible de la morbosidad, ayer en la práctica hubo nafta premium. Apenas se abrieron las puertas del Monumental para la prensa, a las 17.57, los cuatro arqueros empezaban a hacer un trabajo con el Pato Fillol. ¿Cómo se formaron las parejas? Carrizo-Chichizola por un lado y Vega-Marinelli por el otro. Con buena onda, sonrisas, mucho vamo’-vamo’, se pelotearon, tocaron de primera y ensayaron saques del arco.

Al rato llegaría el picadito, las pecheras rojas para Chichi, el arco del equipo blanco para JP, los goles por un lado, las atajadas por el otro. Los equipos: Carrizo, Abecasis, Cirigliano, Vega, Affranchino, Bou, Buonanotte y Caruso; Marinelli, Ferrari, Arano, Chichizola, Ballón, Lamela, Bordagaray y Funes Mori. Chichi hizo lo que pudo. JP, lo que sabe: una volada increíble a mano cambiada a Lamela, un achique con la cabeza a Ferrari, un par de intimidaciones al Melli hasta que éste le abrió el arco al enésimo intento... En fin, el Carrizo previo a la lesión del tobillo.

En fin, con el diario del martes es difícil estar en la piel de JJ López. Pero sí es fácil teniendo a dos tipos a los que el arco de River no se les agranda. Ni por un error ni por un 17 a 8.

lunes, 14 de marzo de 2011

Jota Jota bancó a Chichizola y destacó que Vélez no le creó situaciones:


"Sigo creyendo en este grupo. Después del empate, estaba para cualquiera".

"Siempre cuando se equivoca un arquero es gol o medio gol. Chichizola ha demostrado temperamento y condiciones. River tiene un gran futuro en el arco de River. Me dolió que le haya pasadon esto a él justo en ese momento, pero se supo sobreponer durante el partido". Jota Jota sabía que uno de los temas, o "el" tema, iba a girar sobre el arquero y rápidamente salió a bancar al pibe. "No se olviden que estuvo bajo presión desde que empezó en el arco, que tiene 20 años y sin embargo ha respondido bien. Esto lo hará crecer como jugador y como hombre", agregó.

El técnico de River repitió varias veces que el partido estaba para cualquiera. "Cuando empatamos quedó abierto. Ellos aprovecharon sus opciones y punto. Jugamos contra uno de los mejores planteles de Argentina y nos crearon situaciones. Ganaron por errores nuestros", agregó. Sin puntualizar, al pasar dejó claro qué fue lo que le molestó en el segundo gol de Vélez. "Nos apuramos a patear un corner y no pudimos armarnos bien después", tiró.

Sin sacarle la importancia que tiene perder en casa, Jota Jota buscó desdramatizar la historia. "No tuvimos la tranquilidad cuando creamos las situaciones. River está bien. Tuvimos la desgracia de hacernos un gol. Perdimos por erroes nuestros, pero podemos salir. Creo en este grupo".

domingo, 13 de marzo de 2011

“Va a ser un rival difícil, tenemos que estar preparados para una final...”.


Tenemos que estar preparados para una final”. No por repetitivo el mensaje de Jota Jota López deja de ser eficaz.

Es la quinta. La quinta final de 19. O la primera de las 15 que le restan en este histórico Clausura. Y el técnico de River no se cansa de arengar a los suyos, por si hay algún desprevenido en la tropa que piensa que es posible relajarse porque el rival de esta tarde viene de perder dos partidos en la Copa Libertadores o no encuentra su nivel en un torneo irregular (perdió con All Boys, le ganó a Boca).

Ni lo piensen, muchachos. Ni lo sueñen. ¿O no, Negro? “Más allá del momento que está pasando, Vélez es un gran equipo. Y va a ser un rival difícil”, avisa el DT, consciente de que un triunfo podría resultar un golpe psicológico clave en los promedios porque alcanzaría a Tigre, superaría a All Boys por primera vez en el torneo y le trasladaría muchísima más presión de la que ya tiene a Independiente, que el mañana recibe a Newell’s.

Pero frená con los cálculos. Pará de hacer números. Terminá con las cuentas. “Si empezamos pensar en los resultados de los demás, nos vamos a meter una presión que no nos conviene. Hay que enfocarse en cada partido, en el trabajo del día a día y nada más”. Cualquier semejanza con el paso a paso de su amigo Mostaza no es pura coincidencia.

“A River le salen todos a ganar. Por eso digo que tenemos que estar preparados para una final. Aunque no esté bien, en cualquier momento Vélez puede sacar a relucir su fútbol”, insiste una y otra vez Jota Jota, quien tiene muy en cuenta que el equipo de Garcea ganó en tres de las últimas cinco veces que visitó el Monumental.

sábado, 12 de marzo de 2011

La gente de River se bancó las altas temperaturas y en menos de cinco horas arrasó con las generales.


Martes, práctica matutina en el Monumental; miércoles, doble turno en el complejo que tiene Almeyda en Benavídez; jueves y viernes, práctica por la tarde en Núñez, más posterior rueda de prensa de Juan José López.

En lo que va del Clausura, River se abrazó a una rutina que es prima hermana de la cábala. No es ésta la única razón por la que el equipo marcha invicto y en el pelotón de arriba, claro, pero también hay quienes creen que una ayudita extra nunca está de más. Sin embargo, existe otra sana costumbre por Núñez y en este caso tiene que ver con los hinchas. Todos los viernes, apenas pasadas las 15, desde las oficinas del club parte un comunicado que dice: “Populares agotadas”. Fue así antes de recibir a Huracán y a Argentinos, y se volvió a repetir ayer, en la antesala del tercer partido como local, mañana ante Vélez. En menos de cinco horas y a pesar de que la sensación térmica superaba cómodamente los 30 grados, los fanáticos se bancaron hasta 500 metros de cola y arrasaron con las entradas generales, aunque todavía quedan plateas (van de 70 a 240 pesos) que se venderán hoy, desde las 10 hasta las 19, en las boleterías del Monumental.

Una vez más, entonces, los feligreses de la Banda demostraron por qué son tetracampeones en el torneo de las tribunas, un logro que se consiguió a medida que el club se iba hundiendo en una crisis financiera y el equipo, en la tabla de promedios. Ahora, que el equipo de Jota Jota renovó las ilusiones y la Promoción está un pasito más lejos, no sorprende tamaño apoyo y, al mismo tiempo, sirve para alimentar esa especie de estadística propia que viene reflejando Almeyda, quien está convencido de que “River es la mitad más uno”.

Sea como fuere, mañana el Pelado volverá a ser el primer jugador en salir por el túnel y ahí se encontrará con una imagen que ya se convirtió en habitual. La del calor popular.

JJ López aseguró que Passarella no lo condiciona en el armado del equipo. Un soldado que siempre dice cosas...


Más que soldado de Passarella, Juan José López ya es a esta altura una suerte de comandante en jefe de un ejército que, desde su asunción, sólo ha perdido una de las diez batallas oficiales. Es tan injusto extirparle a Jota Jota una de las medallas conseguidas como menospreciar su plan estratégico para sacar a River de la retaguardia. Pero aún así, con todas las salvedades del caso, el propio entrenador instaló desde el comienzo que responderá incondicionalmente al sillón presidencial. Varias veces, entonces, tuvo que aclarar el sentido de su metáfora castrense. Ayer, nuevamente. El escenario: final de la práctica, visita passarelliana, charla con su DT y posterior conferencia de prensa: “Estuvimos hablando de fútbol, porque Daniel es un hombre de fútbol. Y es muy bueno que venga al vestuario: él está involucrado en todo lo que hacemos”, se soltó ante los micrófonos, con naturalidad, hasta que se frenó para aclarar lo de siempre.

Y lo de siempre, esta vez, llegó con el agregado de ciertos detalles: “Cada uno debe respetar la función del otro. Tenemos una gran amistad. El es una persona muy medida, correcta, que me hace sentir bien, me da amplia libertad. Pero nunca me sugirió un cambio ni un nombre”.

Está claro que siente un agradecimiento eterno al presidente que le abrió las puertas de River después de casi tres décadas de destierro. Ahora bien, Jota Jota ya mostró ser portador de una voz propia. Se hizo cargo de lo bueno y lo malo, de los triunfos y de la exclusión de Ortega, del promedio y la puesta de límites. En otras palabras, el Negro tiene de títere del Kaiser lo mismo que Riquelme de amigo de Falcioni. “Si me sugiere algo, uno lo debe escuchar, pero nunca se dio. Yo soy socio y tengo derecho de opinar de la política del club, pero no me meto. Las cosas están claras. Lo único que queremos los dos es ver a River en lo más alto”.

viernes, 11 de marzo de 2011

Chichizola elogia a Carrizo, dice que el cero en su arco es por el trabajo de todos


Avisa que es más importante ganar que mantener su propio invicto.

En los diarios del mañana se podrá decir que Leandro Chichizola tuvo la valla invicta durante las primeras (¿cuatro, cinco, seis?) fechas del Clausura 2011. En los diarios de hoy es necesario aclarar que el pibe se rehusa a apropiarse de tal estadística. ¿Entonces, a quién darle el mérito por el hecho de no recibir goles? ¿A la suerte? ¿A River? ¿A los 11? “El cero es de todo el equipo, desde el Tanque hasta Ferrero”, asegura la revelación del torneo, oscilando entre la falsa modestia y una manera altruista de reconocer a sus compañeros.

Este análisis es también el de muchos de los integrantes de River. Y no equivale a minimizar su actuación, a decir que simplemente estuvo debajo del arco. Chichizola también lo cuidó. Su tarea creció en proporción al grado de su confianza. En los últimos partidos tuvo salvadas providenciales. ¿Ejemplos? Preguntarle a Silvera, Escudero y/o Salcedo.

Y ahora va por más. “Hay que intentar que los tres puntos con Vélez se queden en el Monumental. Si se mantiene o no el invicto, no pasa nada. Lo primordial es que gane River”, dijo en la web oficial. Lo que no dijo es que si sostiene el cero en el arco, superará la marca de Bonano, el último arquero de la casa que logró llegar a la fecha cinco -Clausura 97- sin goles en contra. ¿Que 14 años no es nada? Y si gana River, tal como desea Chichi, habrá que hablar de un candidato en potencia.

Por todo esto, el arquero tiene motivos para celebrar el presente. “Soñé con este momento desde que llegué a River. No lo estoy desaprovechando”, cuenta quien ayer perdió el invicto que también ostentaba en las prácticas de los jueves (ver página 12). “Traté de brindarle seguridad a mis compañeros y al cuerpo técnico. Ellos confiaron en mí. Hasta el momento respondí”, agrega, sabiendo que esta primavera podría interrumpirse. El escenario marca que la recuperación de Carrizo obligará a Jota Jota a tomar una decisión. Hay un arco para dos arqueros. Y hay dos arqueros que se respetan y que se apoyan. “Chichizola hizo que mi ausencia no se sintiera”, dijo JP. Y Chichizola dice que “uno tiene un plus con Carrizo al lado”. Se nota.

El técnico pone a Pereyra por Ferrari con la misión de no modificar una idea. Y Díaz sube menos.


Iban 15 minutos de la práctica. Pereyra se escapaba por la izquierda, ya estaba casi pisando el área y Jota Jota López detuvo el entrenamiento. “Acá, Tucu, acá”, ordenó el Negro, parado en el círculo central y señalando con el brazo el sector derecho de la cancha. El Tucu volvió sin chistar y ocupó su posición. Así, no. La mirada del DT alcanzó. Observando el equipo, Pereyra se paraba unos metros más adelante que Juan Manuel Díaz, pero tampoco debía irse a lo loco para arriba. Y cumplió. Se lo vio atento al movimiento colectivo. También se cerraba hacia el medio y Maidana tenía que estar atento a la marca por ese sector, casi de cuatro.

Por características, Pereyra parecería un jugador más ofensivo que Ferrari, aunque el Loncho venía siendo una de las salidas. El técnico hizo hincapié en el equilibrio. Por eso, el uruguayo se tuvo que contener. Jota Jota le pidió que no perdiera de vista la pelota y la posición de sus compañeros para que el equipo no se desestabilizara. Almeyda fue el encargado de manejar los tiempos, tanto en defensa como en ataque. Acevedo trató de convertirse en el primer eslabón de las jugadas ofensivas y por momentos, lo logró. Se asoció a Lanzini y Lamela para marcarles el camino. Los pibes se acercaron a Pavone y fueron a buscar las devoluciones del Tanque. La receta de River viene funcionando y el Negro quiere que siga juegue quien juegue.

jueves, 10 de marzo de 2011

Jota Jota se describe como un tipo “chapado a la antigua”.


Y lo expresa en su clásico peinado para atrás, en su vestimenta, en su colonia, y en los códigos que mantiene de su época de jugador. Como la palabra, tanto en detalles como en cumplir con la entrevista pactada una semana antes, como para asegurar que el día que Passarella se vaya de River, él se irá “junto con Daniel”. En cambio, su perfil de entrenador es totalmente opuesto a esa imagen, porque el Negro es un DT moderno, que no se quedó con el estilo lírico de los 70 sino que prefiere la practicidad. Lo admite sin ponerse colorado, con la misma personalidad que responde todas las preguntas y baja línea, a pesar de su extremo perfil bajo. Pero JJ retoma el costado romántico de aquel elegante número 8 cuando habla de River. Sus ojos se ponen vidriosos y se le abre el corazón. Porque volvió a convivir con su gran amor. Y quiere que sea eterno.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Funes Mori pasó por la pileta para seguir con la recuperación de la pubialgia.


Aún está dolorido y su regreso a las canchas se transformó en una incógnita.

La mañana húmeda y calurosa invitaba al chapuzón. Más aún si la rutina en el campo tenía más conitos y pesas que pelotas. Sin embargo, si hoy pudiera elegir, Gabriel Funes Mori seguro habría preferido estar transpirando a la par de sus compañeros antes que caminar adentro de una pileta.

La versión acuática de entrenamiento que le tocó al mellizo fue para tratar de seguir aflojando ese dolor en su pubis que no cesa y provoca que su regreso a las canchas no figure en ninguna agenda. Los plazos que se fueron proyectando no se cumplieron y por eso ahora la pregunta de cuándo estará a disposición del cuerpo técnico se responde con una interminable cantidad de signos de interrogación.

El mendocino aterrizó en el Monumental luego del Sudamericano Sub 20 y al lógico desgaste físico por haber trocado vacaciones por torneo le agregó una molesta pubialgia en ambas piernas que ya lo tuvo mal en Perú, donde la competencia no le permitió aflojar. Recién cuando llegó a Núñez comenzó a tratarse de la lesión. Ahí se pensó que en dos semanas podría jugar. La situación no evolucionó como se esperaba y los tiempos se demoraron. Se especuló con que el jueves pasado haría fútbol pero siguió trotando alrededor de la cancha mientras titulares y suplentes corrieron detrás de la pelota. Entonces, ya nadie hace cálculos acerca de cuándo volverá el 9 por el que Passarella rechazó 8 millones de euros.

Dolorido y lejos de la pelota, Funes Mori tuvo que cambiar verde césped por agua fresca con la compañía de Bou, otro que está en recuperación tras un desgarro. La diferencia es que el entrerriano sabe que en tres semanas estará listo y el mellizo todavía no tiene fecha para ponerse otra vez la camiseta.

martes, 8 de marzo de 2011

Pereyra es el candidato para reemplazar a Ferrari ante Vélez. Con él, River suma variantes de ataque.


Cuántas modificaciones hizo Jota Jota en los equipos que presentó en estas cuatro fechas? Una. Solo una y obligada. Fue el ingreso de Pereyra por Maidana, ante Huracán, cuando Jony tenía que cumplir una fecha de suspensión. Esto marca que el Negro cambia poco y nada.

Incluso, durante el desarrollo de los partidos, el DT se toma su tiempo para mover el banco. Pero ahora las circunstancias lo forzarán a buscar una variante por la roja de Ferrari. Teniendo en cuenta la metodología del técnico y las pocas alternativas que hay en el plantel, lo más probable es que Pereyra ocupe el lugar del Loncho.

El Tucu hizo todas las Inferiores como volante por la derecha, aunque en Primera lo hayan utilizado más por la banda izquierda. Lo cierto es que si lo pone a Pereyra, el resto del equipo no se tocaría y seguiría afianzándose el 3-4-2-1. Por las características del tucumano, el equipo ganaría una cuota más de vocación ofensiva, ya que sería salida permanente por su sector y dejaría con menos posibilidades de proyección a Juan Manuel Díaz.

Otra de las opciones que tendría JJ es Facundo Affranchino, quien venía jugando en Reserva hasta que sufrió un golpe en el pie antes del partido con Independiente. El resto de las opciones llevaría al Negro a mirar más en las Inferiores y pensar en Abecasis o Alejandro Espinoza, quien jugó de Ferrari vs. Argentinos en Tercera.

Y si nadie lo convence, Jota Jota debería modificar el esquema y jugar con un 4-4-2 como hizo contra Estudiantes, en Mardel, y frente a Boca en el segundo clásico del verano.

lunes, 7 de marzo de 2011

Chichizola volvió a terminar con el arco intacto. Mientras Carrizo se prepara para regresar en la sexta fecha, el pibe acumula 360 minutos sin goles


“Se ganó la oportunidad”, dijo el DT.

Seguramente en su cabeza todavía deben repetirse las imágenes de esa pelota que le picó adelante de sus manos, no pudo controlar y le quedó justo a Palermo para embocarlo y darle el triunfo a Boca en el superclásico de Mendoza. Pero en los papeles oficiales, ese gol no cuenta. Su debut por los puntos fue con el comienzo de este Clausura que ya lleva cuatro domingos y en los cuatro se fue a dormir con la tranquilidad de haber terminado con el arco invicto. En una racha poco habitual para un arquero primerizo, Leandro Chichizola ya acumula 360 minutos sin que le conviertan. Pasó Tigre, pasó Huracán, pasó Independiente y pasó Argentinos con las múltiples llegadas de Salcedo.

Justamente un cabezazo del paraguayo fue la situación que más exigió al santafesino, que a puro reflejo tiró el manotazo para sacarla al córner. Luego respondió siempre con seguridad tanto cuando le patearon como cuando salió a cortar jugadas aéreas. Lo que volvió a desperdiciar fue su fuerte pegada, con tiros sin destino que terminaron llegando a las manos de su colega Navarro.

El domingo ante Vélez tendrá la chance de estirar su invicto hasta los 450 minutos y el después es una incógnita. Esta semana JP Carrizo comenzará con los trabajos de campo con la intención de recuperar su lugar a partir de la sexta fecha. Así, entonces, es casi imposible que Chichizola pueda festejar su cumpleaños número 21, el domingo 27, ocupando el arco. Pero mientras lo defiende más que bien y se gana los elogios del técnico: “Se ganó la oportunidad y le está respondiendo muy bien al equipo”.

Pavone recibió más de frente que en los tres partidos anteriores, pero no pudo aprovecharlo.


Ni chicha ni limonada. Mariano Pavone estuvo más solo que nunca. Ni de frente ni de espaldas el Tanque logró desequilibrar a los defensores rivales. Por primera vez en lo que va del campeonato, el único delantero de Jota Jota recibió más pelotas de frente que de espaldas. Fueron 14 de frente y siete de espaldas al arco. Sin embargo, no pudo sacar provecho de las bolas que le llegaron. Siempre quedaba desacomodado. Estuvo casi desconectado del funcionamiento colectivo del equipo. Lejos quedó aquella función de asistidor que adoptó en la victoria contra Huracán en el Monumental y más, la de héroe goleador del domingo anterior en Avellaneda. Es cierto que con la expulsión de Ferrari, el quipo perdió en la salida por la derecha, igual en 37 minutos, el Loncho sólo se había proyectado dos veces en ataque.

Quizás, Pavone empezó a sentir el desgaste físico que viene sufriendo por la soledad en el ataque. Es más, el Tanque no pudo participar de la práctica de fútbol del jueves por una molestia en el gemelo derecho. Prefirieron preservarlo. El mismo reconoció que termina muy cansado. Encima, sin Ferrari, ni Lanzini ni Lamela lograron asociarse o acercarse. Y al entrar Bordagaray y Buonanotte ya se sentía el trajín del partido... Una tarde de espaldas total.