miércoles, 2 de marzo de 2011
Chichizola, la apuesta de Jota Jota para reemplazar a Carrizo, disimuló muy bien la ausencia de JP.
Y ya demostró que también tiene personalidad y condiciones.
La vuelta de Carrizo no se va a discutir. Su presencia, aun afuera de la cancha, es esencial para River. Sin embargo, hay otra realidad: Leandro Chichizola no sólo se hizo cargo de reemplazar a JP sino que lo hizo como para asegurar que River tiene arquero para un rato largo. Jugó apenas 270 minutos oficiales, sí. Aunque en esos tres partidos el pibe ya demostró que tiene personalidad y condiciones como para darles la razón a aquéllos que lo veían parecido a Carri. No, no sos vos, soy yo.
Las primeras imágenes que se vieron de Chichi estuvieron lejos de ser las ideales. Y no por el blanco furioso que lució frente a Estudiantes, en el verano, sino por el error que cometió unos días después, justo frente a Boca, y que a Martín Palermo le sirvió para igualar un partido que River venía manejando (y ganando) con autoridad. Pero lo bueno es que no se pinchó. Al contrario. Con la banca de Jota Jota, Fillol, Passarella y hasta el propio Carrizo (de movida había apoyado a Vega, pero después apostó por el equipo), el santafesino, de 20 años, se preparó con todo para el Clausura. Y ahí, no se equivocó. Tuvo, obvio, algunos lapsus, como en el debut ante Tigre, cuando quiso pisar una pelota a lo JP, se enredó y sus compañeros le “explicaron” que jugara simple. Algo que hizo contra Huracán y que ratificó frente a Independiente, en su mejor partido del campeonato y el tercero sin recibir goles. Por eso, lógico, su satisfacción: “Uno trabaja para eso, intenta mantener el cero para que el equipo gane el partido. ¿Mi estilo? Uno siempre intenta hacer cosas parecidas a los arqueros que admira, no sólo de Carrizo. Sé que este momento sirve para demostrar que tengo personalidad. Cuando saquemos a River de esta situación difícil, quizá juegue más distendido”.
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