martes, 22 de marzo de 2011

Buonanotte no oculta su angustia por jugar poco y, si bien dice que ahora no pone mala cara, pide una oportunidad.


Buonanotte vive horas de contradictorias sensaciones. Ha logrado ser transferido a Europa, está a la espera de su primera hija, asegura atravesar un gran momento en lo físico, pero... Pero el fútbol obtura todo. O casi todo para quien concibe a este juego como su quintaesencia.

Los datos duros signan invariablemente su realidad: sumó cuatro presencias en el torneo, nunca entró de titular y su tiempo máximo en cancha fueron apenas 25 minutos contra Huracán. “Juan sabrá lo que hace. Es el técnico y hay que respetarlo. Uno no coincide porque siempre quiere jugar. Tendré que estar al pie del cañón para demostrar que quiero y puedo”, comentó Buonanotte en Radio Mitre, en otra de sus catarsis pública en la que, con cuidado, procuró evitar su repetida modalidad del reproche.

El zurdo de Teodelina está luchando contra un tiempo que lo apremia. Le quedan 13 partidos por delante, apenas dos meses antes de viajar al Málaga e infinitos deseos de cambiar esto que le toca: “Irme así es lo peor que me podría pasar. Es horrible. Después de tantos años... En el verano dije que quería dejar el club con un título”, agregó, sincero y pragmático, quien debió resignar el 85% de lo que River le adeudaba a fin de destrabar su transferencia a España. “Hay una amistad y un amor inmenso entre Buonanotte y River. Cuando me pongo esta camiseta puedo un poco más, doy un poco más, aunque no tenga fuerza”.

No haber sido siquiera el tercer cambio, como le ocurrió el sábado, movilizó sus más íntimas fibras. “Antes me enojaba, ahora no porque no le hace bien al equipo”, dijo. Pero también dijo “es un poco triste sentirme tan afuera del grupo”. A su vez dijo que “es importante que mis compañeros no me vean con mala cara”. Dijo que necesita continuidad. Dijo que Almeyda le comentó que está volviendo a ser el de Buonanotte de antes. Dijo: “Recuperé la fuerza en las piernas, la explosión, cada día me siento mejor. Necesito plasmarlo dentro de la cancha”. Y dijo, autocrítico, que “todavía no rendí lo que debía”.

¿Cómo será lo qué vendrá? ¿Se le abrirá una puerta a partir de la lesión de Pavone? De enganche, de mediapunta, de delantero, Buonanotte quiere estar. “Me entreno, me alimento, hago todo bien como quiere Juan. Voy a empezar esta semana con todo para ver si se me da”.

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