domingo, 3 de julio de 2011
Un fiscal sospecha que Pedro Brazenas, hermano del árbitro y empleado del club, ayudó a apretar a Pezzotta.
Clima enrarecido: por amenazas, 32 miembros de la CD tienen ahora custodia policial.
¿Cuál es el colmo de un referí? Que lo amenace un grupo de barras y que uno de los que facilite el apriete sea un hombre de la familia arbitral. Esto que parece insólito habría ocurrido el domingo en el entretiempo de River- Belgrano, en el Monumental, en la vuelta de la Promoción. Según el dictamen del fiscal José María Campagnoli, el hermano del árbitro Gabriel Brazenas (aquel que dirigió el polémico encuentro entre Vélez y Huracán que le dio el título del Clausura 2009 a los de Liniers y después sugestivamente no arbitró más), que se llama Pedro y es empleado de River, habría estado en la puerta del ingreso del vestuario mientras se producía la apretada en funciones casi de campana. El escrito del fiscal dice: “Dos barras ingresaron a la puerta del vestuario de árbitros, pese a que en la antesala, una vez traspuesta la puerta, había dos empleados del club. En tanto otro empleado que sería un hombre de apellido Bracenas permanecía en las inmediaciones de la puerta, mirando alternativamente a un funcionario del Ministerio de Seguridad que se acercaba, y a quienes habían ingresado al vestuario”.
Si bien en el dictamen se habla de un Bracenas, según se confirmó la persona apuntada es en realidad Pedro Brazenas, que se encarga siempre de controlar la puerta del vestuario de los hombres de negro, dado su cercanía a la familia arbitral. Todos los periodistas que cubren los partidos de River lo ven en esa zona.
De confirmarse la sospecha, el tema adquiere gravedad inusitada y en la Justicia no pasan por alto que en ningún momento Campagnoli dice que Brazenas intenta denunciar el hecho a la Policía o convoca a un efectivo. Más claro...
Pedro Brazenas ya había quedado hace cinco años en el foco de la tormenta. Fue cuando tres días antes del partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2005 entre River y Banfield, Julio Falcioni, por entonces DT del Taladro, se quejó de que hubiesen puesto como árbitro del partido a Gabriel Brazenas asegurando que su hermano Pedro trabajaba en la institución de Núñez hacía años. River finalmente ganó ese partido 3-2 y se clasificó a la semifinal, donde fue eliminado por San Pablo.
En cuanto al futuro de la causa judicial, Campagnoli decidió caratularla como asociación ilícita, dada la connivencia que los videos parecen demostrar entre barras, dirigentes y policías. “Quedaron al desnudo las complicidades que venimos denunciando hace tiempo, el vínculo espurio entre estos actores. Las imágenes son contundentes”, afirmó el fiscal, quien pidió la detención de tres barras, un policía y cuatro hombres de River.
Pero el trámite quedó stand by ya que tres jueces se pasan la pelota para ver a quién le corresponde asumir el proceso y ahora este tema lo definirá la próxima semana la Cámara del Crimen.
Por otro lado, la ministra Nilda Garré ya separó al policía Matías Ponce, implicado en el hecho. “Fue detectado en los videos y hasta que se resuelva su situación lo separamos de sus funciones”, afirmó. Al mismo tiempo y por amenazas contra la dirigencia, el fiscal porteño Gustavo Galante ordenó protección policial para los 32 miembros de la CD en un caso cada vez más explosivo.
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