lunes, 28 de febrero de 2011
Jota Jota contó que todavía le duele la garganta de tanto gritar y agregó que los resultados dan confianza:
"Hay que seguir así hasta el último segundo del torneo. No sé para qué sumamos pero lo importante es sumar para salir rápido de esta situación".
A Jota Jota López le duele la garganta pero, en rigor, el dolor es una anécdota en el arranque de esta semana que muestra a su equipo puntero, con promedio más gordo, y cada vez más lejos de la zona de Promoción. Por eso es toda felicidad: "Me duele la garganta de tanto gritar. Había dicho que no teníamos que subestimar a Huracán, porque como cuando juegan contra River o Boca, se matan. Son partidos de ajedrez, tomamos recaudos con Defederico, ahora con Silvera... Había que estar atento y concentrado, con contracción al juego. Y buscar más salida con los laterales. El equipo está creciendo. Pero se jugó bien.
Con respecto a la posición de Pavone, que volvió a ser el único punta del equipo, el técnico explicó: "Pavone nos da espacios para que vengan los de atrás. Hay que esperar el momento para poner otro delantero. Hay que buscar el error del rival y virtudes nuestras. Y estar bien parados, nos quedamos dos veces desequilibrados, porque el gol vale lo mismo si llega en el minuto uno o si llega en el 90". Y siguió chocho con su River puntero: "River está creciendo y los resultados te afianzan. Da tranquilidad a los más jóvenes. No sé para qué sumar, pero lo importante es sumar para salir rápido de esta situación. Hay mucho por delante y hay que seguir así día a día hasta el final, con entega, contraccion, esfuerzo... Que dure hasta el último segundo del torneo".
Aquella bronca de la práctica del jueves, cuando mandó a sus muchachos a la casa por la mala práctica de fútbol, quedó en el recuerdo: "El enojo fue sólo eso, ya el viernes hubo una buena práctica. Están compenetrados en lo que queremos y el grupo está metido. El año pasado se encontró el equipo y ahora hay que aferrarse y meter más cosas tácticas. Hay que ir despacio".
Jota Jota no ocultó su entusiasmo por el triunfo y por haber llegado a la punta. Si bien pidió calma, afirmó que van por buen camino:
“Nos queda una final menos”.
Qué declaración se puede esperar de un técnico cuyo equipo acaba de conseguir la punta? ¿Qué originalidad podría hilvanar ante los micrófonos? ¿Cuál debería ser su tono? Juan José López contestó estos interrogantes en un instante de la conferencia de prensa de ayer, cuando la sinceridad lo abrumó: “Yo tengo el corazón feliz. Pero la mente, fría”.
Todo le salió bien al entrenador en esta jornada en la que los números se redondearon para el lado de River. Había dicho el técnico que era un partido decisivo. Lo fue. “Ganar en esta cancha, ante este rival, enaltece más el triunfo. Dimos un paso importante”, aseguró tras quedar finalmente a un punto de Independiente en el promedio. Esta vez Jota Jota evitó hacer cálculos sobre lo que le faltaría a su equipo para olvidarse de la Promo: “No hacemos esas cuentas. Nos preocupa trabajar y seguir creciendo”.
Lo concreto es que a partir de esta tercera fecha resultará insoslayable hablar de River y de la punta. “Vamos por el buen camino. Esto nos fortalece para seguir agregando cosas a lo táctico y estratégico. Hay que seguir con la misma voluntad y el objetivo que nos unió desde el comienzo de la pretemporada”, aseguró, entre la ilusión y la mesura.
Con una sonrisa estampada -luego de una semana en la que les había llamado la atención a sus jugadores por la floja práctica del jueves-, el Negro López justificó el triunfo: “Se hizo un buen partido. A veces los resultados no se merecen. Otras, sí. Nosotros llegamos muchas veces y merecimos. El equipo fue sólido, y eso me gustó”.
El River de Jota Jota se llevó de Avellaneda otros datos positivos, que hubieran resultado inéditos unos meses atrás. El primero fue haber mantenido el invicto como visitante en lo que va de su ciclo en el banco. El segundo fue quedar como el único equipo en no recibir goles en el Clausura. El tercero fue haber estirado la diferencia de promedio con Huracán y Olimpo. ¿Qué podría decir un DT ante tantas buenas? “Ufff. Nos queda una final menos”, se desahogó el hombre del corazón feliz.
domingo, 27 de febrero de 2011
Acevedo asegura que River no se altera por el promedio, aunque acepta que hoy se juegan más de tres puntos.
No será un partido más... Ni para River, ni para Walter Acevedo. Para el equipo, por las tablas, la de puntos y la de promedios. Y para el Negro, porque su pasado lo condena. El socio de Almeyda tuvo una controvertida salida de Independiente inmediatamente anterior a la llegada a River. “En su momento quería seguir y el club no pensaba contar conmigo. No sé si fue la dirigencia, el técnico (Garnero) o Menotti. Apareció la oportunidad de venir a River y no lo dudé ni un segundo”, explica el volante que peleó por el título en su último torneo en el Rojo y llegó a Núñez para luchar la permanencia. “La presión jamás se sintió, pero hay un poquito más que tres puntos en juego, el partido puede ser determinante. Si nosotros ganamos, nos vamos a poner muy cerca de Independiente y si ellos ganan, se alejan”, reconoce.
¿Cómo lo recibirán los hinchas del Rojo? Acevedo parece estar tranquilo, pese a que sabe que podría escuchar algún que otro insulto. “Yo creo que me van a tratar bien. Aunque sé que hay mucha gente a la que le molestó que me haya venido a jugar a River. Y no es por cubrirme, pero yo aclaré que quería quedarme”, recuerda.
Jota Jota dijo que Acevedo es el jugador que más se parece a él por características. Y se animó a pedirle que sea el cerebro en el inicio de cada jugada, el que dé el primer pase. “Acá me siento muy bien, contento, estoy como todo jugador quiere: con continuidad y con la confianza del técnico”, asegura. Y va por más: “Si algo no me gusta, se lo puedo decir a JJ. Tengo una relación parecida a la que tenía con el Tolo Gallego”..
El 5 también le dedica un párrafo aparte a su gran socio: “Almeyda me ayuda y me facilita mucho mi trabajo. Siempre está bien ubicado, sabe cuándo tiene que jugar a un toque o hacer una gambeta. Trato de aprovecharlo al máximo y aprender de él. Juan hace hincapié en que somos importantes porque le damos equilibrio al equipo”. Justamente, sobre el funcionamiento colectivo, admite: “Tenemos que seguir con lo bueno y corregir lo malo. Somos River y hay que buscar el partido donde juguemos, pero debemos ser medidos, todavía falta mucho. Sabemos que no nos sobra nada”.
sábado, 26 de febrero de 2011
Lamela tiene encantado a Miguel Angel Gil Marín, máximo directivo del Atlético de Madrid:
El club sigue a Erik desde hace un año y quiere invertir en él.
Escuchó las mejores referencias de los tantos veedores satélites que tiene el Atlético de Madrid por Argentina. Lo consultó con el director deportivo Jesús García Pitarch, que hace un mes estuvo en Sudamérica cerrando la compra del brasileño Joao Miranda. Y tras repasar los informes que recibió de Lamela desde principios del 2010, Miguel Angel Gil Marín se decidió: “Nos interesa mucho. Veamos cómo está el tema de ese chaval del River Plate”, ordenó. Fue el puntapié inicial del trazado de una estrategia para que Erik se convierta en un tiempo no lejano en jugador del equipo Colchonero. Aunque el fax aún no salió para Núñez, sólo es cuestión de tiempo.
Actual consejero delegado del club, la opinión de Gil Marín es la que mayor peso tiene en el Vicente Calderón a la hora de definir un fichaje. Por caso, Gil Marin en persona viajó a la Argentina en el 2006 para cerrar la compra del Kun Agüero. Aunque su última visita al país fue en noviembre del 2007, cuando asistió a la despedida de Mauricio Macri de Boca. Su opinión, incluso, está un escalón por encima de la del presidente Enrique Cerezo, otro visitante periódico de Buenos Aires. Pero en este caso, hay una coincidencia en el gusto: a los dos los seduce Lamela, aunque no lo reconocerán públicamente para no encarecer el precio del jugador. Saben que para Passarella vale entre 18 y 20 millones de euros. ¿Otros puntos a favor? 1) Que IMG, la empresa que representa a Sergio Agüero, es la misma que lleva a Lamela, por lo que existe un trato muy cercano y fluido entre las partes. Y 2) Que aunque el Atlético tenga cubiertos los cupos extranjeros en la próxima temporada con los brasileños Miranda y Diego Costa, el uruguayo Godín y el retornado Salvio, habría lugar para el juvenil de River, a quien le saldría el pasaporte italiano antes del receso de invierno.
¿El Atlético está en condiciones de comprar a la joyita de River? Oficialmente, el club reconoció una deuda neta de 183 millones de euros (si no entra en la Champions, dejará de ganar 20 millones). Sin embargo, esto no le impedirá salir de compras. Sobre todo, si prospera la idea de transferir a Diego Forlán, quien tiene uno de los contratos más altos del plantel y estaría dispuesto a cambiar de aire. “La idea es retener al Kun. El club no está dispuesto a negociar el traspaso de Sergio y el que se lo quiera llevar tendrá que pagar los 45 millones que cuesta su cláusula”, confió una voz autorizada desde Madrid. Sin embargo, hay clubes dispuestos a pagarlo.
Hace un año, Gil Marín escuchó por primera vez el apellido “Lamela” y lo memorizó. Desde entonces, los elogios sobre Erik endulzaron sus oídos y lo llevaron a que hoy piense en una inversión a futuro. Tal vez, en un acompañante de lujo para el Kun.
viernes, 25 de febrero de 2011
JJ López se enojó por el flojo nivel en la práctica y la suspendió.
Enérgico, les habló con dureza a los jugadores, que se sorprendieron y acataron en silencio.
"Vengan, vengan para acá... Pero vengan todos, eh”. Juan José López ya había digerido un flojísimo primer tiempo entre los titulares y los suplentes: media hora de un aburrido 0 a 0 casi sin llegadas a los arcos. Un ensayo táctico para el bostezo, apenas matizado por un remate de Juan Manuel Díaz que tapó Marinelli y un mano a mano peligroso de Buonanotte que terminó afuera. Y entonces, cuando vio que su reto en el entretiempo no había surtido efecto, ya no soportó el tedio del partido y a los siete minutos del segundo tiempo, detonó. Lo cortó. Y se sacó.
Juntó a los 22 jugadores en el círculo central y entre fastidioso y disconforme, les tocó el orgullo. Con gestos (cabreadísimo, se pasaba la mano por la cara). Con reproches. Con un enojo mayúsculo que sorprendió a sus dirigidos. “Somos profesionales, ¡nos pagan para hacer esto!”, arrancó su monólogo ante el silencio del plantel, que siguió atento el discurso sentado en ronda (con los referentes en la primera fila). “¡Están desganados! Hay que trabajar con otra actitud. Al que no le gusta, viejo, que se vaya”, disparó el entrenador. Sus palabras, duras y frontales, cayeron como un cachetazo entre los futbolistas. Ese cortocircuito marcó el final de los trabajos en el predio de Ezeiza.
Al Negro poco le importo que su equipo esté invicto (empató con Tigre y le ganó a Huracán) y sin goles en contra en el Clausura. O al menos, no atenuó su estallido. Y como hizo cuando le puso los puntos a Buonanotte o echó a Ortega de River, ayer fue contundente con su pedido de cara al partido contra Independiente (un duelo clave en la lucha de promedios). En lugar de reflexionar en privado, optó por expurgar su descontento en vivo y en directo. Y terminada la extensa charla, ya no les dio tiempo a los jugadores para una reacción futbolística. Directamente, los mandó a elongar y luego, a las duchas... “Estaba caliente, muy caliente”, reconocieron desde el vestuario. “Cuando empezó el segundo tiempo estábamos muertos. Fue una práctica, no pasa nada, no dramaticemos”, sumaron desde el anonimato. ¿Cuál fue la postura de los jugadores ante el sermón? “Estábamos cansados por el doble turno del miércoles”, coincidieron algunas voces fuera de micrófono. En ese contexto, el plantel tendrá la oportunidad de cambiar la imagen en la práctica de esta tarde y aliviar la preocupación del entrenador.
Al Negro no le falta temperamento. En su momento, el propio Kaiser ilustró la suplencia de Ortega con un “si hace boludeces, con JJ no va a jugar”. Autodefinido apóstol de la disciplina, López pasó de soldado passarelliano a sargento. Al DT sólo le faltó gritar “jugadores, carrera march”.
jueves, 24 de febrero de 2011
Caruso pidió jugar en la Reserva, hizo un gol y confesó que luchará hasta último momento por convencer a JJ.
Y un día, Leandro Caruso usó la camiseta número 10 de River.
Por ahora no goza de demasiada continuidad los fines de semana. Pero durante los trabajos semanales, Caruso se convirtió en un goleador de entrenamientos. Y a tono con su racha, ayer le metió un gol a Huracán en el duelo de Reserva (y participó en otros tres). “Con Jota Jota hablé en la pretemporada, ni bien arrancamos, me dijo que la pelee, que es lo que siempre hago. Y la voy a pelear”, le confesó el delantero a Olé tras el 7 a 0 sobre el Globo.
Después de sonar en varios clubes durante el último mercado de pases, Caruso decidió quedarse en Núñez para generarse un hueco. Para demostrarse que puede jugar en River. Para no tener que armar las valijas cuando llegue el invierno... “Se habló de varios equipos, pero me quise quedar a pelearla en River. Sé que a medida que pasen los partidos y no tenga minutos en cancha, después de junio no voy a estar. Pero yo quiero pelearla, para eso me quedé. Espero el momento para que me llegue la continuidad que siempre quise tener”, se ilusionó.
Con Pavone de titular y Funes Mori agazapado, Caruso es consciente de que no tendrá demasiado lugar en el armado con un solo delantero que utiliza el Negro López. “El esquema complica un poco para tener oportunidades porque somos varios delanteros. Por eso uno tiene que estar listo. Me viene bien participar en Reserva porque no venía jugando. Me sirve tener ritmo de partidos para lo que viene. Yo se lo pedí al cuerpo técnico. Trato de estar lo mejor preparado para cuando me necesiten. Siempre que tenga la oportunidad de bajar a la Reserva, no voy a tener ningún problema”, se sinceró el delantero.
Killer semanal, Caruso espera su chance cada fin de semana. No quiere bajarse del ring. Y está dispuesto a pelearla durante todo el semestre...
miércoles, 23 de febrero de 2011
Con la vuelta de Maidana, el uruguayo se perfila para correrse a mitad de la cancha en lugar del juvenil.
Igual que en la primera fecha ante Tigre de visitante. ¿A quién preferís?
Juan José López piensa el partido a partido. El técnico de River, con la vuelta de Maidana confirmada para "la final" contra Independiente, busca tener más marca cuando le toca ir de visitante. Así, Juan Manuel Díaz se correría a la mitad de la cancha y Roberto Pereyra quedaría relegado.
A pesar del día gris y lluvioso, el plantel se entrenó con normalidad y Jota Jota ya tendría todo listo. El uruguayo pasaría al mediocampo y el equipo sería: Chichizola; Ferrari, Maidana, Ferrero y Román; Acevedo, Almeyda y Díaz; Lanzini y Lamela; y Pavone.
Gabriel Funes Mori y Josepmir Ballón hicieron trabajos diferenciados. El Melli sigue con una pubialgia y estuvo en kinesiología, mientras que el peruano posee un desgarro en el recto anterior de la pierna derecha.
Juan José López entiende la decisión de Mohamed de guardar titulares para el domingo.
El DT repitió que es una final y definió a River como “un tren carguero”.
Con el pragmatismo entre los dientes, Juan José López viene sacudiéndole la mandíbula al supuesto estilo-River. El Negro no ha pensado precisamente en negro cuando debió golpear al tan mitificado paladar millonario. Su mensaje fue (y es) realista. Su manera de actuar, también. Su sentido de enfrentar los hechos, ídem. Y su calculadora, desde luego, supo arrojar buenos porcentajes. Tan experto se ha convertido en tales menesteres matemáticos que, después de lograr los “seis puntos” con Huracán, le puso rango de final al clásico del próximo domingo. Es una final más enfocada en los promedios que en la tabla del Clausura, más cercana al primer objetivo de su equipo que al gran sueño de los hinchas. A su juego lo llamaron: Mohamed ha decidido preservar a varios de sus titulares en el choque de la Libertadores de mañana con Peñarol de Uruguay. Y Jota Jota lo entiende.
“Independiente tomo conciencia del promedio”, afirmó el técnico no bien se enteró de los planes de su colega Antonio. “El domingo se va a jugar un partido importante para ambos lados. Sin saber lo que iban a hacer ellos, yo había dicho que sería un encuentro decisivo. Y ahora el Turco lo confirma si es que pone todo. Así respalda mi pensamiento”, continuó, en declaraciones a ESPN Radio, con su ya repetida línea argumental.
El trabajo de Jota Jota comenzó cuando el Diablo se encontraba con la cola en la Sudamericana que ganó. Si las prioridades iban en esos tiempos por otros caminos, hoy la realidad dice que River se posicionó sólo a cuatro puntos del rival del fin de semana. Pero eso aún no constituye un triunfo. Más allá de que en los ocho encuentros del Negro López se obtuvo una eficacia de un 70,83%, River podría regresar a la zona de Promoción con un par de malos resultados para sus intereses.
Aunque en Núñez piensan en positivo, sobre todo después del triunfo sobre Huracán. “Ganar nos dio confianza. Esta semana es para trabajar en algo más. Ahora hay que agregar más cosas para hacernos más fuertes”, admitió Jota Jota. Es el mismo soldado de Passarella que, en su afán por elaborar metáforas, acaba de dar a conocer otra comparación: “Este es un tren carguero, vamos despacio, pero tenemos que llegar a destino. Nos quedan 17 finales y estamos bien, pero no hay que apretar el acelerador”. Hablando de trenes, ayer hubo paro en el Roca y en el Mitre. Pero River se entrenó sin sobresaltos. Y se prepara para ir Avellaneda con un cambio. ¿Cúal? El técnico quiere ver la formación de Independiente para definir. Pragmatismo Negro, le dicen...
martes, 22 de febrero de 2011
Para JJ López el próximo partido contra Independiente será clave en la lucha por no descender.
"Creo que Independiente tomó conciencia del promedio", explicó el DT. "Veremos el partido por la Copa y analizaremos si hacemos cambios", avisó.
Todo River lo sabe. Se menatlizaron para dejar de lado el objetivo de salir campeón que la historia obliga en cada inicio de campeonato para zafar del descenso. En cambio, Independiente, mareado por sus tragos de Copa parece haber reaccionado después de las dos fechas jugadas en el torneo. Por eso, JJ López plantea el partido ante los de Avellaneda como clave.
"Creo que Independiente tomó conciencia del promedio. Es una final para ambos. Ver que el Turco ponga un equipo con mezcla de titulares y suplentes en la Copa demuestra el respeto que hay por River, al igual que yo lo respeto mucho a él y a Independiente", se sincera el Negro, que agrega, en charla con ESPN Rivadavia: "Veremos a Independiente en la Copa, qué equipo plantea. En base a eso, analizaremos si haremos algún cambio ante la vuelta de Maidana".
Pero como para el choque contra el Rojo todavía falta, JJ paró la pelota y no dejó tema sin tocar:
¿Qué les dijo a sus jugadores en el entretiempo contra Huracán? "les dije que no se enloquezcan con la ansiedad de la gente. Demostraron una gran personalidad para no dejarse llevar por esa circunstancia y salieron con todo a ganar el partido".
¿Cómo tomó los dichos de Buonanotte? "Lo que dijo Diego (Buonanotte) es natural. Es más, en gran parte lo entiendo porque fui jugador y me gusta que se sienta así, porque te pone un desafío grande. Trataremos de llevarlo despacio en este semestre y que vuelva a sentirse importante. Es un jugador desequilibrante y, si está bien, no lo puedo dejar afuera".
¿Qué le produce la renuncia de Brindisi? "No encuentro la palabra para describir lo que me produce la renuncia de Miguel en Huracán. A veces uno toma estas decisiones para no perjudicar a un plantel o una institución. Te pueden respaldar pero si no... Lamento que se haya tenido que ir, porque lo aprecio y lo respeto mucho, porque no merecía este final".
Su relación con Passarella: "Cuando dije que soy soldado de Passarella fue un momento único en mi vida, pero fue como una metáfora. Cada uno conoce el rol que tiene, más allá de una gran relación personal. Por eso, aclaro que tengo plena libertad para tomar decisiones deportivas y me respeta mucho en ese sentido. Volver a River y hacernos cargo frente a Boca, nada menos. Daniel a mi me dio una posibilidad que muchos dirigentes prometieron y nunca cumplieron. Sentí un volver a vivir en River".
Después de la ovación del Monumental sin haberla metido, el Tanque se mostró feliz y confiado.
Su rol de asistidor, cómo aprendió en Europa a jugar de espaldas y su aguante en el ataque.
Mariano, te cambió la cara en una semana.
-Se me nota, ¿no?
-Sí, nada que ver el fastidio que mostraste cuando salías de la cancha de Tigre con la sonrisa que tenías después del triunfo sobre Huracán.
-Puede ser, ja, ja. Es que aquella noche me fui con la sensación de que lo podíamos haber ganado y no se nos dio. Lo peleamos mucho y en un partido trabado, tuvimos las situaciones más claras. Por eso, me había dado bronca.
-Y encima vos peleaste demasiado solo arriba.
-Esa es mi función hoy, el lugar que me da Juan... Por suerte, contra Huracán se mejoró y ganamos.
-¿Se dio lo que habían trabajado: que Lanzini y Lamela fueran a buscar la devolución cuando vos recibís de espaldas?
-Tal cual, ésa era la idea, que a veces pivoteara yo, que asistiera o que pudiera girar y patear directo. Por ahí, en el primer tiempo se vio sólo con la de Lanzini que pegó en el palo.
-¿Jota Jota les había pedido a los chicos que se te acercaran más para que no te desgastaras?
-Sí, y creo que se vio más en el segundo tiempo. Ahí se dio clarito lo que nos había pedido Juan.
-¿Por qué te tiraste más hacia los costados?
-Me di cuenta de que Huracán me encerraba y quedaba bien de nueve, entonces tenía que tirarme a los costados para agarrar la pelota más limpia. En una de ésas vino el gol de Ferrari.
-¿Cómo hacés para aguantar tanto tiempo de espaldas al arco?
-En Europa aprendí a jugar de esa manera, no tan de frente al arco, más de espaldas, descargando a uno o dos toques. Allá se trabaja mucho en eso y sirve.
-¿Sentís que jugaste más en función de equipo?
-Todos lo hicimos y basta con mirar los goles para darse cuenta: vinieron de lindas jugadas colectivas, hicimos lo que nos pidió el técnico y se vio la mejor versión del equipo. Juan quiere que presionemos cuando no tenemos la pelota y si la tenemos, que seamos rápidos.
-Ahora más en frío, ¿qué conclusiones sacás del partido contra Huracán?
-Hicimos una gran parte final. Al principio no podíamos entrarles, se habían cerrado bien y armamos pocas jugadas, salvo un cabezazo de Román y la de Lanzini en el palo.
-¿Qué modificaron?
-Puede ser que Huracán trató de arriesgar un poco más en el segundo tiempo y ahí encontramos más espacios, se abrieron un poco y lo supimos aprovechar. Tuvimos movilidad y empezamos a acertar en los pases. Con el gol de Erik se abrió el partido y con el de Paulo, lo aseguramos. Fuimos justos ganadores.
-No se volvieron locos.
-Lo bueno fue que no nos desesperamos, ni siquiera cuando no la metíamos en el comienzo. Tampoco la gente perdió la paciencia y eso nos ayudó. De local siempre es bueno arrancar ganando, le da confianza al equipo y hace que los hinchas también te banquen.
-¿Y cómo es esta nueva versión de asistidor?
-Je... Parece que me tocó asistir. Ojo, también estuve cerquita del gol en un cabezazo, pero me fui contento porque nos quedamos con tres puntos muy importantes. Igual, acepto que a los delanteros siempre nos gusta convertir.
-Más allá de tu experiencia, ¿cómo manejás esa ansiedad cuando no podés convertir?
-Estoy tranquilo, soy de tomarme las cosas con calma a pesar de querer meterla, y más cuando se gana y uno tuvo alguna situación para definir y no se dio. A mí me gusta hacer goles y no te voy a mentir, me quedé pensando en que no la metí. Lo importante es que el equipo ganó. Sé que mis goles ya van a venir.
-¿Cuántos dijiste que querés hacer en este campeonato?
-Por lo menos, uno cada dos partidos. Y si puedo más, mucho mejor.
-Estás a tiempo.
-Sí, por supuesto.
-Que te devuelvan los favores Lamela y Ferrari.
-Sí, quedamos que para el próximo partido va a ser al revés, ja, ja... También me puso feliz por Paulito, que se lo merece, y lo mismo con Erik. Se dio al revés y me tocó asistirlos.
-¿Fueron asistencias a lo Zidane, como dijo Ferrero, o a lo Bochini, como contó Acevedo?
-Ja... No sé si para tanto, pero si ellos lo dijeron, mejor. Cuando uno participa de la jugada que termina en gol también sirve un montón.
-¿Qué sentiste cuando los hinchas gritaron por vos dos veces seguidas?
-Me puse muy feliz, es un orgullo que la gente coree mi nombre, más todavía en un partido en el que no metí goles. Es más común que los hinchas griten por vos cuando hacés un gol y yo soy delantero, por eso la alegría es doble. Esto me da fuerzas para seguir entrenándome con todo para llegar bien a los partidos y buscar con más ganas el gol. La ovación de los hinchas me da más fuerza.
-¿Es la primera vez que te ovacionan así?
-Así, sí. Me habían gritado un poquito con Racing y después cuando salí frente a Boca. Pero dos veces en un partido y sin hacer goles, nunca lo había vivido. La satisfacción es doble porque me reconocieron el esfuerzo. Esta vez tuvo otro gustito el grito de los hinchas.
-¿Cuánto vale ganarle a un rival directo?
-Siempre un triunfo tiene un sabor especial, pero la única victoria que se disfruta más o que tiene un sabor especial de verdad es cuando le ganamos a Boca. Esa es la que más se festeja.
-Ahora se viene Independiente, otro que está ahí en la tabla de promedios y si le ganan quedan a un solo punto. ¿Cómo lo tomás?
-Queremos ganar en todos lados y salimos a hacerlo, aunque algunos nos digan que somos defensivos. Cuando venís de un triunfo se llega mucho mejor y más si es un clásico.
La campaña de Jota Jota es irreprochable: desde que asumió, sólo Estudiantes sumó más puntos que River.
No la Sabella lunga. No es un Bichi raro. Ni tiene nada de Falcioni. Al contrario. Desde el instante en que le pidieron que se hiciera cargo del equipo, el tipo fue con la verdad. La más cruel. Dijo, dice y dirá que la prioridad de River es olvidarse del promedio, alejarse de la zona de descenso. Aunque en unos meses quizá ya no haga falta que lo repita. Y el motivo es claro: pese a las críticas, a la falta de refuerzos, a los ídolos que ya no están y a que muchos lo tienen atragantado en el paladar, Juan José López está haciendo un campañón. O más, como Pachorra, Borghi o Julio César, está haciendo una campaña de campeón.
Las estadísticas lo bancan. Computando los ocho partidos oficiales que dirigió Jota Jota, hoy River está segundo, junto a Vélez, y apenas a cuatro puntos de Estudiantes (el único que lo pudo vencer). Una posición inimaginable hasta no hace mucho tiempo. Sin embargo, los números no lo son todo. Desde el lunes 8 de noviembre, cuando Passarella le pidió la renuncia a Cappa y Gallego, Bielsa y Pekerman se excusaron o sólo sonaron como posibles sucesores, el Negro dejó en claro que la responsabilidad de dirigir a River no le pesaba. Y la mejor prueba fue el triunfazo que el equipo consiguió, apenas ocho días después, frente a Boca, en un partido en el que la mano del nuevo DT ya empezó a notarse. Aunque no fue lo único. A diferencia de Cappa, lo primero que hizo Jota Jota fue encontrar un equipo. Y respetarlo. Tanto que comparando los 11 que se llevaron aquel superclásico con los que arrancaron el Clausura ante Tigre, el entrenador repitió ocho apellidos. Sólo faltaron Carrizo (lesionado), Pereyra (en el banco) y Ortega. ¿Casualidad? No. Justamente el tema Ortega fue otra prueba más de personalidad de López. Porque sin desconocer la historia del Burrito, bajó línea y a la primera gambeta del jujeño (con el aval de Passarella, obvio) le abrió la puerta para que se fuera a All Boys.
Consciente de que quedaría expuesto por priorizar los resultados a la belleza, Jota Jota se bancó los palos y nunca dudó. Repitió, eso sí, que él mejor que nadie conoce la historia futbolística de River. Pero que la realidad es una y no se la puede negar. Así, sin esconderse, sin fórmulas mágicas, con trabajo y esfuerzo, el Negro sigue cada vez más firme. Y River, de su mano, crece hasta el punto de animarse a pensar con entrar a una Copa o pelear el título. Y no es exagerado: así, está haciendo una campaña de campeón.
lunes, 21 de febrero de 2011
“Es raro porque me ovacionaron sin que hiciera goles”, dijo el 7 asistidor.
Hay amor entre Pavone y la gente de River. Es genuino y se revalida domingo tras domingo. Ayer el Tanque no hizo goles, pero no importó para el caso, la gente lo reconoció igual. Después de las asistencias calibradas a Lamela primero y a Ferrari después, el único punta de River ganó una pelota por derecha, desbordó a todo pulmón con una bicicleta incluida y tiró el centro. Fue el detonante para la ovación atronadora: “¡Pavooone, Pavooone!” sonó con varios bises. “Es muy lindo que me ovacionen, ya me había pasado contra Racing y Boca. Es raro porque me ovacionaron sin que hiciera goles. Los delanteros en general son reconocidos así por sus goles, pero en este caso creo que fue por el esfuerzo”, dijo Mariano.
Aquella jugada en la que se ganó la ovación fue también una buena síntesis de lo que le aporta Pavone a este River: sacrificio y técnica. Esa técnica con la que a los 44 minutos del primer tiempo asistió a Lanzini para dejarlo de cara al gol. El palo dijo que no, pero la gente registró el aporte del Tanque. “Hoy me tocó ser asistidor, así que me voy contento por eso. Igual, yo soy delantero y, obvio, siempre me gusta hacer goles. Pero lo importante es que nos llevamos tres puntos claves y merecidamente. Hicimos las cosas que nos pidió JJ y no nos desesperamos en ningún momento”, cerró el Tanque, todavía con el “¡Pavooone, Pavooone!” resonando en su cabeza.
Almeyda no afloja, corre como si fuera un sub 20 y eso tiene su explicación: hoy festeja sus 19 años... en Primera.
Dicen que éstos no son tiempos para los más pibes. Que se necesitan experiencia y temperamento para atravesar la crisis. Sin embargo, River afronta su delicada situación con un buen número de productos de la cantera, chicos que se van haciendo hombres en la dificultad. Ante Huracán, sin ir más lejos, jugaron cinco sub 20. Pereyra, Lamela, Lanzini, Cirigliano y Almeyda. ¿¡Almeyda!? Sí, claro, Almeyda.
Porque el Pelado cumple hoy 19 años... 19 años en Primera. Pero qué va, si cada partido que juega parece más joven. Matías Jesús no pierde el pelo ni las mañas, corre hasta esa pelota del final que ya nadie quería ir a buscar, va postergando la fecha de su retiro porque se siente importante en un River que derrocha juventud y con compañeros que ni siquiera habían nacido cuando ese 21 de febrero de 1992, el Monumental vio por primera vez a Almeyda con pantalones cortos.
Pasaron técnicos y jugadores. Pasó de todo en la vida de este volante de 37 años que un día no podía vivir dentro del fútbol y al otro se dio cuenta de que no podía vivir sin él. Por eso volvió y de una vez por todas para quedarse, volvió para ponerle el pecho a una situación deportiva que nada tiene que ver con la del River de sus primeros pasos, igual ahora disfruta más allá del sufrimiento.
Aquel Passarella que lo hizo debutar es hoy el presidente del club. Muchas cosas han cambiado pero no así la entrega y el sacrificio del hombre de Azul. Todo eso le dio la cinta de capitán que ahora porta y lo hizo merecedor de la mayor ovación de parte de los hinchas en la actualidad. El “Pelaaaado, Pelaaaado” baja antes que nada de las tribunas del Monumental y, en ésta que es su segunda vida dentro del fútbol, Almeyda supo ganarse un lugar en el reservado salón de los ídolos riverplatenses. Incluso, ya en el semestre pasado, con su amigo Ortega cerquita, el ritmo del aplausómetro lo marcaba él. Y no es sólo costumbre este cariño de los fanáticos sino un devolución que se potencia minuto a minuto. Porque anoche, una vez más, el partido se cerró como se abrió, con un “Pelaaado, Pelaaaado” masivo, luego de que el jugador en cuestión se tirara a barrer la última pelota como si fuera la primera. Como si fuera un purrete que recién comienza y necesita mostrarse. En definitiva, es un sub 20.
Y está hecho un pibe...
Con su primer tanto en el Monumental, Lamela ya suma tres en 1ª, todos lindos: “El triunfo es para la gente”.
"Fue una victoria muy importante. Nos apoyó mucho la gente. Este triunfo y los goles son para todos ellos...”.
Erik Lamela traza su linaje a través de la exquisitez de sus definiciones. Con su gol a Huracán, ratificó una tendencia que sostiene desde la sensibilidad de sus botines (el zurdo, el derecho, ambos): cada uno de los tres tantos que lleva convertidos en Primera fueron una delicadeza.
El toque refinado y elegante por encima de la zambullida del arquero Monzón fue otra muestra de lo que ya se convirtió en un rasgo distintivo en el Coco. Su gol, el que abrió el partido y le permitió a River ponerse 1 a 0, fue casi una remake de la resolución que tuvo el día de su estreno en un arco rival, en la fecha 17 del Apertura 2010: contra Colón, en Santa Fe, entretejió una doble pared con Acevedo y penetró en el área para recibir (¡cuándo no!) un pase corto y preciso de Pavone. Y con Pozo achicando abajo, Erik sorteó el obstáculo con una caricia con su pie derecho por encima del cuerpo del arquero. Go-la-zo. Con ese tanto, River empató el partido. Y luego, lo ganó con un grito de Pavone.
Dos semanas después, Lamela cerró el campeonato con otro festejo. Fue en el 4 a 1 ante Lanús: a los 28 minutos del inicio, el tucumano Pereyra desbordó por el carril derecho y sacó un centro al área de Caranta, gentileza que Erik aprovechó con un toque de zurda -suave, sutil, sin dejar picar la pelota- que ubicó junto al segundo palo del arquero. Otro gol para meter en un cuadrito y colgarlo en la pared...
“Hay que seguir creciendo, pero lo importante fue ganar de local. Tenemos que continuar por este camino”, sentenció después de la victoria. Con 17 partidos en Primera, el refinamiento de Erik lo convirtió en el niño bonito de los hinchas de River...
domingo, 20 de febrero de 2011
River, que quiere 30 puntos para llegar tranquilo al fin del campeonato, juega ante Huracán el primero de sus diez partidos en casa -
Hay un número que obsesiona: el 30. Hay un objetivo nítido: olvidarse de una buena vez del Promedio. Y hay un camino que hoy River puede empezar a recorrer para alcanzar esos 30 puntos que, seguramente, le permitirán llegar tranquilo al final del Clausura: hacerse fuertes de local, pisar al que se le plante, sin excepciones. “Es así, hay que ser protagonistas en todos lados, pero más que nunca en nuestra cancha”, dice Juan José López. “Todo equipo que aspira a sumar muchos puntos debe ser contundente cuando juega adentro”, suma Alexis Ferrero. “Este equipo logró que a River se lo volviera a respetar. Ahora hay que hacer sentir incómodos a los que vengan a Núñez”, afirma Matías Almeyda. Los tres coinciden. Pero no son los únicos. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas tienen claro que ante Huracán sólo hay un resultado positivo: ganar o ganar. Y eso esperan. Que el arranque en casa sea Monumental...
Además del esfuerzo, el fútbol, la voluntad y, también, algo de fortuna, uno de los secretos del cuarto puesto que River consiguió en la tabla final del Apertura 2010 fue lo derechito que anduvo el equipo en el Monumental. Ahí, el por entonces equipo de Angel Cappa o de Jota Jota fue muy regular: ganó cinco (Tigre, Independiente, Arsenal, Boca y Olimpo), empató tres (Quilmes, Gimnasia y Racing) y perdió solamente uno (Estudiantes). Es decir que sumó 18 puntos, el 58% de los 31 que cosechó a lo largo de todo el campeonato. Y ahora, para llegar a los ansiados 30, tiene exactamente esa cantidad de unidades a disposición en el Monumental. Sí, diez partidos en los que River no podrá regalar nada. O mejor, no podrá dejar nada en el camino. “Es lo que buscamos. Si bien sumar como visitantes es un plus y te da una confianza extra, debemos concentrarnos en ganar los partidos que tenemos en River”, explica Paulo Ferrari, otro de los que borró del vocabulario la palabra campeón pero que reconoce que, como dijo Daniel Passarella, “con 30 pico de puntos, también se puede pelear arriba”.
Habrá que ver cómo reacciona el equipo ante un Monumental hambriento, necesitado de fútbol y, obviamente, de alegrías. Habrá que ver si el manual de Jota Jota pasa otro examen. Habrá que ver si River se libera de la presión de ser protagonista y empieza con el pie derecho a construir una fortaleza, a hacer infranqueable el bendito Monumental.
viernes, 18 de febrero de 2011
Buonanotte mostró su descontento por no jugar. En la práctica se lo vio molesto y la metió para los suplentes.
Si su cara lo decía todo el jueves de la semana pasada cuando se quedó afuera del equipo titular en la práctica de fútbol previa al debut, mejor ni pensar cómo se sintió cuando vio que el primer cambio ante Tigre fue para que entrara Caruso y el segundo, Bordagaray. Con este panorama, Diego Buonanotte quedó como la cuarta opción entre los delanteros. Y menos mal que no estaba Funes Mori... Por eso, no sorprende que al romper el silencio el Enano volviera a reclamar un lugar en el equipo y manifestara su incomodidad por la situación en la que se encuentra. “Si yo fuera Jota Jota me pondría”, chicaneó con buena onda y analizó que “si me deja afuera es porque otros están un escalón más arriba que yo”.
Claro que éste no era el escenario que imaginó cuando se cerró la venta al Málaga y decidió quedarse seis meses más. “En ese momento nadie pensó que yo no iba a jugar”, reconoció en radio Cooperativa sin dar detalles de la promesa de Passarella sobre que sería el acompañante de Pavone en la delantero. Los flojos rendimientos en el verano hicieron que el técnico no pudiera sostener esa idea del presidente y ahora Buonanotte está más que firme en el banco. “Hoy no soy la estrella de River y no me siento importante dentro del plantel. Si fuera importante estaría jugando o entraría en el segundo tiempo”, opinó antes de convertir un gol para los suplentes, en una práctica donde se lo notó molesto y por momentos hasta algo enojado con los (eventuales) rivales.
El Enano siente que podría haber aprovechado este semestre para ya acostumbrarse a la camiseta del Málaga. La falta de continuidad lo obliga a olvidarse de su objetivo de disputar la Copa América y también le quita motivación para lo que le queda hasta su despedida. “Creí que iba a jugar. Si sabía que no iba a ser tenido en cuenta por el técnico, capaz optaba por otra opción”, admitió y descartó la posibilidad de charlar con Jota Jota: “No quiero que me tilden de conflictivo. Sólo debo entrenarme y apoyar”.
jueves, 17 de febrero de 2011
Ferrero reconoce que River no está para salir campeón y remarca que el objetivo es sacar 30 puntos: “Jugamos para lograr esa meta”.
Pocos jugadores encajan de manera tan justa en un molde como pasa con Alexis Ferrero en este River obrero de JJ López. El zaguero es 100% práctico, en la cancha y también en la forma de pensar y expresarse. “Nosotros ya lo dijimos: no estamos para salir campeones. Sí para dar pelea, dar batalla. Hay otros equipos que se reforzaron más... Nosotros mantenemos la base del torneo pasado, es una continuidad de trabajo y esperamos llegar a nuestro objetivo”.
-¿Por qué River no está para ser campeón?
-Nosotros somos conscientes de la realidad del club. No le podemos mentir a la gente. Y tampoco mentirnos a nosotros mismos. Tenemos que ser realistas y saber lo que nos estamos jugando y lo que necesitamos. Precisamos sacar 30 puntos y jugamos para lograr ese objetivo.
-Ya dijiste que están por debajo de otros equipos. ¿Por qué?
-Por los puntos que hicimos en el torneo pasado y por el bache que hemos tenido, que no han venido grandes estrellas como sucede en otros mercados de pases... Podemos adjudicarle varios motivos a eso, pero nosotros sabemos que estamos para dar pelea, para poner el pecho por la institución. Después, si llegan otras cosas serán bienvenidas, pero primero debemos pensar en plazos cortos y fuertes.
-¿Qué evaluación hacés del debut en el torneo?
-Estamos bastante conformes por cómo funcionó el equipo. Hubo una mejora importante respecto de los partidos del verano. Obvio que nos hubiese gustado ganar porque tuvimos las mejores situaciones para hacerlo, pero también fue positivo llevarse algo de una cancha complicada.
-¿Te molesta que se cuestione el estilo, que se lo califique de defensivo?
-Nosotros sabemos lo que tenemos que hacer, sabemos que nos preparamos para un campeonato duro, así que los cuestionamientos y las cosas que puedan decir de nosotros a mí no me influyen en nada. No me cambian mi pensamiento y creo que a ninguno de nosotros nos va a modificar la idea de lo que tenemos que hacer adentro de la cancha por el bien de River.
-¿Un triunfo contra Huracán el domingo los aliviaría bastante?
-Y, con los equipos que están en la zona de abajo tenemos que ganar para poder estirar un poco más la diferencia con ellos. Y obviamente llegar a los 30 puntos, esa es la meta. Si nosotros logramos eso, obligaríamos a los otros equipos a sumar más de 50 puntos, y eso es bastante complicado...
-Al punto contra Tigre lo valoraron, pero ahora no les sirve otro resultado que no sea ganar...
-No sé si es tan así, pero sí sería dejar pasar una oportunidad para alejarnos un poquito más de ellos. El punto que sacamos contra Tigre el domingo va a tener valor si ahora sacamos los tres puntos en casa.
-Vos siempre hacés cuentas. ¿Cuántos puntos calculaste sumar en las tres primeras fechas, con todos rivales directos en el promedio?
-Quería sacar los nueve, je. Ahora vamos a tratar de llegar a siete.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Sin Maidana, quien debe cumplir una fecha de suspensión, Jota Jota López apostaría por la entrada de Pereyra.
Así, Juan Manuel Díaz irá como stopper. Y Buonanotte seguiría en el banco.
Juan José López recién definirá este miércoles a la tarde, en el Monumental, el equipo para recibir a Huracán el domingo, pero lo concreto es que el técnico está obligado a meter mano en el equipo que empató contra Tigre en Victoria, ya que Jonatan Maidana debe cumplir una fecha de suspensión (jugó en el debut gracias al artículo 225 que fue pedido por Mauro Díaz, quien estaba con la Selección Sub 20 en Perú). Hasta el momento, el Negro no dio indicios sobre el reemplazante, de hecho, trabajó en doble turno y a puertas cerradas en el predio del Buenos Aires Football, pero lo más probable es que se decida por incluir a Roberto Pereyra entre los titulares.
De confirmarse esta variante en el ensayo formal de fútbol, Juan Manuel Díaz bajaría a ocupar un lugar como stopper, junto con Román y Ferrero. Entonces, Pereyra se movería como carrilero por la izquierda. El resto del equipo no se modificaría: Ferrari por la banda derecha, Acevedo-Almeyda por el centro, Lanzini-Lamela como enlaces y Pavone como único delantero.
El DT repitió que no es una presión que Sabella esté libre y bancó la política presidencial de no traer refuerzos.
Somos soldados de Passarella”.
Apenas media hora había pasado de ese 1-0 a Boca que fue debut, desahogo y explosión para Juan José López cuando el propio Negro dejó una frase que ya es bandera. Dos temas actuales, sobre los que respondió ayer, reactivaron una frase de hace ya tres meses.
-¿Sentís algún acoso de alguna forma por lo que pasó con Sabella?
-No, para nada. Ninguna presión ni nada por el estilo. Sabemos que tenemos que terminar este semestre de la mejor manera y despues se verá. De cualquer forma, yo tengo una larga experiencia en el futbo y sé que cuando firmo un contrato (lo hizo después de la pretemporada en Mar del Plata) al lado está mi renuncia. Y más en River: si tengo que dar un paso al costado para que el club siga creciendo no tengo ningún problema. Eso sí, voy a dejar todo para que las cosas nos salgan bien y que podamos tener la continuidad que deseamos junto con Passarella.
-¿No reclamaste refuerzos porque vas por el mismo camino que el presidente?
-Lo hablamos al final del torneo pasado, cuando él nos dio la posibilidad de seguir trabajando. Insisto que fue hablado y a los dos nos hubiera gustado traer a un jugador por línea para darle mayor jerarquía a este grupo. Pero si no había una venta, era difícil traer nuevos. Quedamos en eso y trataremos de hacer las cosas lo mejor posible porque hay muy buenos jugadores y veo que vamos de menor a mayor en el torneo.
¿Usted se imagina a Ramón Díaz o al Tolo Gallego, dos hombres que pasaron por la casa como jugadores y entrenadores, con respuestas similares? Es cierto que el Pelado y el Tolo pidieron refuerzos en épocas de plata fácil, tanto como que Jota Jota le es absolutamente fiel a su declaración de principios inicial. Y no sólo con palabras. A los hechos puede remitirse cualquier fanático, hasta el más desprevenido.
Nada de quejas o pataleos, ni siquiera trascendió que se hayan producido en privado hacen de JJ un soldado de Passarella a tiempo completo.
Jota Jota López es un realista a ultranza. Pidió tener los pies sobre la tierra, dijo que Pavone no está solo arriba y habló de refundación.
De alguna manera u otra, el pasado siempre influye en el presente. Y lo condiciona. Sobre todo, cuando se pasa de la felicidad a la tristeza, del éxito al fracaso, de millonario a pobre. Cuesta asumir el cambio y no quedar preso de la nostalgia. Con esa sensación conviven muchos hinchas de River que, como dice Juan José López, “no quieren entender” la situación. El Negro, que jugó en un River glorioso y hecho a medida del exquisito paladar de galera y bastón, ahora tiene la necesidad de romper ese molde. “Si es por historia, tendríamos que jugar de otra forma, cambiar el discurso, pero esto es lo que es River hoy. Hay que refundar a River”, explicó, con énfasis, el técnico.
Jota Jota insistió con este concepto (en Fox Sports y La Red) porque lo afecta que se califique su esquema táctico como “defensivo” y que se remarque la soledad de Pavone en el ataque: “Yo no puedo jugar con la ansiedad de la gente. Tengo que tener la cabeza fría y los pies sobre la tierra, hacerles entender a los jugadores que tenemos un objetivo, que por eso se juega y cómo queremos que jueguen. No es cuestión de poner cinco delanteros, ir todos al ataque y que cada contraataque del rival sea gol. No soy de la idea de salir a matar o morir y menos en esta situación”.
Es cierto que con una línea de tres en el fondo, más Ferrari y Juan Manuel Díaz en los costados y el doble 5, River se mostró sólido en defensa en el debut ante Tigre. También llegó al arco de enfrente y tuvo situaciones de gol, aunque de todos modos el ataque es muy light, con Lamela y Lanzini como únicos generadores de juego y capaces de romper la línea defensiva rival. El DT dice que ve “bien acompañado a Pavone” e incluso avisa que “es posible” que no modifique la disposición ofensiva del equipo.
¿Puede JJ armar un River más agresivo? Sí. No le sobra nada, pero cuenta con variantes. En el esquema 3-4-2-1 puede poner a Pereryra como carrilero por la izquierda en lugar de Díaz. Y con Funes Mori en el plantel, posee la chance de jugar con dos 9 y Lamela como enganche. La formación más audaz sería con un medio integrado por Pereyra, Acevedo, Almeyda y Lamela, con Lanzini o Buonanotte de enlace y Pavone-Funes Mori arriba. Aunque ese equipo rondaría la “locura” que JJ quiere evitar y desperdiciaría a Erik corriendo por el carril. Otra opción es formar una línea de cuatro atrás. Así, Pereyra y Lamela no se desgastarían tanto por las bandas y tendrían más aire para juntarse con el enganche y acompañar a los 9.
Por ahora, JJ confía en su paladar Negro. “Pienso que faltando cuatro o cinco fechas vamos a estar en el pelotón de arriba. Y ahí no tendremos problemas con la Promoción”. Ni con la historia, Juancito.
martes, 15 de febrero de 2011
Juan José López coincidió con Passarella y reconoció que su equipo tiene que asumir la situación en la que está hoy River.
Reiteró que el principal objetivo es seguir sumando para salir de la zona del descenso y la Promoción. "Si es por la historia, deberíamos jugar de otra manera y cambiar el discurso, pero hoy estamos en esta situación".
Para el Negro López el debut en Victoria fue positivo para River más allá del empate o la falta de definición. Cree que River va a ser protagonista y que si su gran objetivo es ir creciendo. “Nosotros sabemos que vamos de menor a mayor y que si logramos ser protagonistas hasta las últimas cuatro fechas, nos vamos a olvidar de la Promoción”, dijo en Minuto 0 de Fox Sports.
El Negro coincidió con Passarella con respecto a que River no tiene un plantel para ser campeón, pero aclaró que tampoco lo sorprendieron sus declaraciones porque es algo que venían conversando desde que el Kaiser le ofreció la renovación. “Yo creo que as así, que esta es la realidad. Con la historia no se juega, nosotros tenemos que jugar con el hoy, el presente. Si es por la historia, tendríamos que cambiar el discurso, tendríamos que jugar de otra manera, pero estamos en esta situación. Pero la historia no juega. No somos ni menos ni más que nadie. Yo tengo fe en este grupo y también reconozco que me fijo en los resultados de los otros equipos que andan por ahí abajo”, confesó el técnico millonario.
Jota Jota está convencido de que el equipo irá apareciendo fecha tras fecha y que por ahora el déficit no está en el volumen de juego sino en la falta de definición. “Creamos situaciones, nos faltó puntería para definirlas”, resumió . Y agregó: “Es clave que sepamos manejar la ansiedad de la que les hablé que tenían los jugadores antes del partido. Pero eso también está en la cabeza de cada jugador porque en líneas generales creo que hicimos un buen trabajo de pretemporada como para ir de menor a mayor”.
Con respecto a la soledad del Tanque Pavone en el ataque, el Negro López aclaró que esa situación irá variando de acuerdo a los rivales, y dejó entrever que contra Huracán, en el Monumental, el planteo puede ser diferente al del debut en Victoria. “El partido de Tigre se planificó de esa manera. Ahora con Huracán es otro partido, somos locales y se verá en el transcurso de la semana lo que vamos a planificar”. Pero puso en duda la reaparición de Funes Mori, recién llegado del Sudamericano Sub 20: “Llegó con un dolor en la ingle y todavía no sabemos si es un pubialgia o un golpe. De acá al jueves vamos a ver cómo se recupera. La idea es ir partido a partido y sumando”.
Y por último, respaldó a los tres juveniles que tiene en el equipo, sobre todo a Chichizola, que seguirá siendo el arquero titular hasta que se recupere Juan Pablo Carrizo. “Tiene muchas condiciones y está respondiendo muy bien. Es un chico que tiene un gran futuro. Juan Pablo tiene por lo menos para 40 días más y esperemos que se recupere por su bien”.
Como Maidana debe cumplir la fecha de suspensión, Jota Jota podría poner a Pereyra en su lugar y bajar a JM Díaz como stopper. Así, sería más ofensivo
Jota Jota ya aclaró que “no es momento de hacer locuras”. Y una locura, justamente, sería repetir el esquema defensivo que usó en Victoria para recibir a Huracán en el Monumental. Porque el empate ante Tigre puede leerle, con mirada optimista, como positivo, pero el domingo a River sólo le sirve sumar de a tres para despegarse un poco más del Globo, el rival más directo en la delgada línea de la Promoción. Además, el Negro López está obligado a retocar el equipo porque Maidana debe cumplir la suspensión (ante Tigre jugó gracias al 225 pedido por Mauro Díaz. ¿El DT aprovechará la vacante para sumar un hombre en ataque? Si JJ decide mantener el 3-4-2-1, la posibilidad más concreta es que Román se corra a la derecha de Ferrero y JM Díaz retroceda a la posición de stopper por la izquierda. De esa manera, se generaría un hueco en el medio para el ingreso de Pereyra, que puede aportar cambio de ritmo y desborde por la banda, y ser un buen acompañante de Lanzini y Lamela en la creación. Incluso, con el cambio del Tucu por Maidana, el Negro tiene la chance de armar una línea de cuatro en el fondo, con Ferrari, Ferrero, Román y Díaz. En ese caso, Pereyra puede ocupar la banda derecha (lo hizo en el verano, aunque no rinde como del otro lado) y Lamela moverse por la izquierda.
Hay otra variante, que parece menos probable: que entre Coronel para cumplir exactamente la misma función que Maidana. Así, si el DT quiere sumar juego en el medio, Pereyra deberí reemplazar a Díaz. Más arriba, JJ no cambiaría nada, ya que Lanzini fue una de las mejores armas ofensivas del equipo y Lamela y Pavone son intocables. Buonanotte seguiría en el banco.
Lanzini cumple 18 años y aunque sus padres le van a regalar un auto, él sueña con meterla ante Huracán y darle a River el primer triunfo de este año.
Cuando va a los entrenamientos con la camioneta de su papá, la deja estacionada a cuatro o cinco cuadras del Monumental porque le da vergüenza entrar al club con semejante avión, siendo el más chico del plantel. A partir de hoy, Manu va a poder manejar su propio auto. Es el regalo que le darán Miriam y Machi, sus papás, por los 18. Igual, él sueña con otra cosa. “Mi mejor regalo sería hacer un gol el domingo”, le dijo el Ojón.
Será un festejo especial, el primero como titular, tras aquel debut con Angel Cappa el 8 de agosto del año pasado. Sin embargo, no se romperá la tradición familiar. “Siempre lo paso con mis papás, mi hermano, mis tíos y mis primos. Y este año voy a hacer lo mismo. También van a venir a cenar algunos amigos. Cuando pueda, me gustaría hacer un asado en casa, pero por los entrenamientos no me dan los días ni los horarios” Cuando Manu nació, en el 93, la familia sobrevivía con las ventas de un par de zapaterías, una en Merlo y otra en San Antonio de Padua. Las dos se fundieron dos años después. La economía de los Lanzini era tan austera que para el primer cumple no le pudieron comprar un regalo. ”La primera pelota me la dio mi viejo cuando tenía dos años. Como él jugaba, traía pelotas a casa. Me acuerdo que de chiquito alquilábamos una cancha e íbamos a jugar a la pelota y comíamos asados”, contó en la intimidad del Monumental.
La familia Lanzini es futbolera. Miriam, la mam,á opina de cómo juegan sus hijos; Machi, el papá, fue jugador; y Tomás, el hermano mayor, es volante de Platense y estuvo cerca de irse a Chile. ”Valoro todo lo que me regalaron mis viejos, no puedo pedir nada más. Lo mejor es que la familia siguió junta a pesar de todo lo que pasamos. Hoy estamos bien y podemos disfrutar”, tiró.
A la cena tempranera de esta noche también irán los amigos. ”La mayoría son de Padua, están todos allá, pero esta vez vamos a hacer algo más tranqui, como salir a comer porque tengo que madrugar para entrenarme”, explicó.
”¿Quién me gustaría que me saludara? Aimar es un crack, tengo un póster de él y sería un sueño conocerlo”, contó
lunes, 14 de febrero de 2011
De 23 pelotas que recibió Pavone, ¡16! fueron de espaldas al arco. Una evidencia más de su soledad...
El esquema táctico tipo pirámide y los antecedentes veraniegos hacían presumible la soledad de Mariano Pavone en el ataque de River.La estadística que lo evidencia aún más. ¿Cuál? El Tanque recibió en todo el partido siete pelotas de frente al arco y ¡16! de espaldas. Números que dan testimonio de lo incómodo que jugó el único delantero que tuvo el equipo de JJ López anoche en Victoria.
Así y todo, el de Tres Sargentos fue lo más peligroso de River en el partido. Tuvo un par de remates al arco desviados pero, para la carencia de opciones de gol que tuvo el 0 a 0 final, cotizaron bastante alto. En una de esas chances, claro, Pavone recibió de espaldas, la aguantó, pasó entre dos y remató. Esa parece ser la única manera de que el punta (y River) llegue a quedar frente al arco con chances de gol. Sobre todo si la dupla creativa Lamela-Lanzini no está del todo fina para asistir y los laterales tampoco ayudan demasiado: ayer fue el propio Tanque quien se movió hacia los costados a tirar centros.
Recién a diez minutos del final del partido, JJ hizo ingresar a Caruso como compañía de ataque (después también a Bordagaray). Para ese momento, claro, Pavone ya estaba fundido de tanto pelearla solito y solo allá arriba, en ese sector de la cancha tan remoto para el resto...
JJ justificó el armado del equipo con el escenario complejo de River y destacó el esfuerzo de sus dirigidos: “Son hombres dentro y fuera de la cancha”
"No es momento de hacer locuras. Ni de anticiparnos al futuro”.
Juan José López anticipó que su equipo iba a jugar la primera final del campeonato. Y vivió el duelo como tal. Tenso. Inquieto. Sin perderse detalles, incluso cuando se fue con prisa al baño durante el segundo tiempo. Calmo, sobre todo cuando algunos hinchas le pidieron el primer cambio desde la cabecera. Y consciente de lo importante que le resultó no haber perdido en el estreno, de visitante, y contra un rival que también necesita engordar el promedio: “Dije que había que jugar el partido como una final. Y los jugadores lo demostraron en la cancha. Sólo nos faltó tranquilidad para definirlo. Estoy tranquilo, pero voy por un poco más”, afirmó. Aunque para cerrar la idea, el técnico reconoció: “La ansiedad de los jugadores por arrancar de la mejor manera a veces nos complica: se ponen un poco nervisosos”.
River sigue sin ganar en el 2011. Sin embargo, JJ se mostró muy satisfecho con el rendimiento del equipo en el debut en una cancha que siempre le resultó difícil, y subrayó: “Yo quería un equipo protagonista, corto y que lastimara al rival. Sólo nos faltó lastimar, porque fuimos a buscar el partido y las opciones las generamos”.
A los 35 minutos del segundo tiempo, el Negro metió a Leandro Caruso por un cansado Lanzini. A dos minutos del final, apostó por Bordagaray en reemplazo de Lamela. ¿Cambios tardíos? Al parecer, no según la mirada del entrenador: “Estábamos bien parados y es difícil encontrar un equipo equilibrado durante casi 70 minutos. Pero el Coco y Lanzini sintieron el cansancio e hicimos los cambios cuando vimos la oportunidad”, explicó. Y para que no quedaran dudas de sus decisiones, el Negro dejó en claro por qué se inclinó por dos defensores para ponerlos como volantes externos: “Insisto: no es momento de hacer locuras. Tanto Díaz como Ferrari llegaron. Incluso, Ferrari pudo meter un gol”, se justificó.
Cauto y medido, Juan José no quiso tirarse contra Passarella cuando le preguntaron por la falta de refuerzos (“tenemos esto y creo en este plantel”, destacó), desnudó una mirada optimista sobre el escenario en el que está parado (“estoy conforme, vamos a ir de menor a mayor”), y cerró con un mimo hacia sus dirigidos: “Hay jugadores de experiencia que son hombres adentro y afuera de la cancha. No se van a caer”.
River jugó la primera final del Clausura con dientes apretados pero poco fútbol.
La chispa de Lamela y Lanzini y la potencia de Pavone aún no le alcanzan para ganar.
Se convencieron tanto de que se trataba de una final, que River y Tigre la jugaron como tal. Con pulsaciones altas, mucha pierna fuerte y múltiples imprecisiones. También plantaron esquemas similares y se impusieron como prioridad el orden y la presión en la mitad de la cancha. Por eso, salió un partido sucio, con demasiado roce y pocos espacios para los creativos. De hecho, la jugada más festejada fue una barrida de Almeyda a los pies de Galmarini en el final del primer tiempo. Sí, 90% lucha y casi nada de fútbol.
Salvo cuando Lanzini rompió la línea de volantes de Tigre con cambios de ritmo, Pavone quedó aislado adelante, recibiendo casi siempre de espaldas e incluso yendo a los costados para luego tirarle centros a nadie. Lamela, el más apto para generar juego, falló seguido en la sintonía final. Igual, River logró, a los ponchazos, elaborar dos situaciones limpias: una de Pavone (su remate de desvió en un defensor) y otra de Ferrari que salió al lado del palo derecho.
Uno de los puntos positivos del equipo de JJ fue la presión en campo rival. Aunque cuando recuperó la pelota debió volcar el juego a las bandas debido a la falta de receptores (generalmente Pavone solo) delante de la línea de la pelota: por ende, careció de profundidad. Lo mismo le sucedió a Tigre, ya que Morales y Botta fueron bien ahogados y Stracqualursi quedó a kilómetros del resto.
Arruabarrena arriesgó más que el Negro López en la segunda parte, ya que puso al veloz Altobelli por el estático Morales. Con eso, a la vez, el Vasco provocó que JM Díaz se quedara aún más atrás para armar una línea de cuatro en defensa. Encima, Lamela y Lanzini se quedaron sin aire y Pavone desgastado. Cuesta entender el ingreso de Caruso. Tal vez, River necesitaba de la explosión de Pereyra o Bordagaray, más que el fulbito del ex Vélez y Godoy Cruz.
Más por inercia que por virtudes, sobre el final Pavone tuvo el triunfo en sus pies y después Telechea falló en el otro arco.
Quedan 18 finales, pero el promedio no se define por penales sino sumando de a tres. Y si juegan como en el debut, con tanta cautela y poca agresividad, a los dos se les va a complicar. Es cierto que peor es perder, aunque River no puede conformarse con el punto en Victoria, porque no acortó la distancia con Tigre en los números rojos. No ganó la primera final.
Almeyda habló de Boca, a quien había dado como candidato por sus compras: "Es un huracán dormido, tiene un gran plantel".
Matías Almeyda afirmó que River hubiese sido un justo ganador del encuentro con Tigre. Para el Pelado, el equipo de Juan José López fue un poco más que el Matador. Cuando le preguntaron sobre si la gente deberá acostumbrarse a un River combativo, soltó: "Estamos en un momento distinto de aquel River que queremos todos, con otra economía".
Uno que no está en un mal pasar con los billetes, pero que perdió, fue Boca. El capitán del Millo, que lo había nombrado como el candidato por lo que invirtió, no lo esperaba: "A todos nos sorprendió un poco. Pero creo que es un huracán dormido, porque ves el plantel de Boca y tiene grandes nombres".
Almeyda se fue conforme con el rendimiento del equipo: "Hemos mejorado, tuvimos ocasiones". Y remarcó que una de las cuentas pendientes es la puntería
"Hemos mejorado en comparación con los partidos de pretemporada. Tuvimos ocasiones para ponernos en ventaja. El partido fue parejo, pero creamos un par de situaciones mas que ellos. Si ganábamos 1-0, estaba bien". Fue la mirada de Matías Almeyda después de este empate de River, que lo dejó cuatro abajo de Tigre pensando en la Promo y cinco arriba de Huracán, que juega el lunes.
"El crecimiento fue bastante grande. Presionamos durante mucho tempo, manejamos la pelota. Quedamos dos o tres veces mal parados y, por eso, quizá casi nos meten algun gol. Si bien éste no es el River al que estamos acostumbrados, es otro presente, otro presente económico. La economia maneja lo deportivo. Pero bueno, estamos bein. Este es un grupo unido y vamos a dar batalla", explicó Matías, capitán del equupo de Jota Jota. Y cerró: "Nos vamos bien porque se volcó dentro del campo todo lo que se hizo en la semana. Si nos llevábamos tres puntos, éramos justos ganadores. Hay que mejorar muchas cosas y hay que hacer los goles".
"El crecimiento fue bastante grande. Presionamos durante mucho tempo, manejamos la pelota. Quedamos dos o tres veces mal parados y, por eso, quizá casi nos meten algun gol. Si bien éste no es el River al que estamos acostumbrados, es otro presente, otro presente económico. La economia maneja lo deportivo. Pero bueno, estamos bein. Este es un grupo unido y vamos a dar batalla", explicó Matías, capitán del equupo de Jota Jota. Y cerró: "Nos vamos bien porque se volcó dentro del campo todo lo que se hizo en la semana. Si nos llevábamos tres puntos, éramos justos ganadores. Hay que mejorar muchas cosas y hay que hacer los goles".
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