domingo, 20 de febrero de 2011
River, que quiere 30 puntos para llegar tranquilo al fin del campeonato, juega ante Huracán el primero de sus diez partidos en casa -
Hay un número que obsesiona: el 30. Hay un objetivo nítido: olvidarse de una buena vez del Promedio. Y hay un camino que hoy River puede empezar a recorrer para alcanzar esos 30 puntos que, seguramente, le permitirán llegar tranquilo al final del Clausura: hacerse fuertes de local, pisar al que se le plante, sin excepciones. “Es así, hay que ser protagonistas en todos lados, pero más que nunca en nuestra cancha”, dice Juan José López. “Todo equipo que aspira a sumar muchos puntos debe ser contundente cuando juega adentro”, suma Alexis Ferrero. “Este equipo logró que a River se lo volviera a respetar. Ahora hay que hacer sentir incómodos a los que vengan a Núñez”, afirma Matías Almeyda. Los tres coinciden. Pero no son los únicos. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas tienen claro que ante Huracán sólo hay un resultado positivo: ganar o ganar. Y eso esperan. Que el arranque en casa sea Monumental...
Además del esfuerzo, el fútbol, la voluntad y, también, algo de fortuna, uno de los secretos del cuarto puesto que River consiguió en la tabla final del Apertura 2010 fue lo derechito que anduvo el equipo en el Monumental. Ahí, el por entonces equipo de Angel Cappa o de Jota Jota fue muy regular: ganó cinco (Tigre, Independiente, Arsenal, Boca y Olimpo), empató tres (Quilmes, Gimnasia y Racing) y perdió solamente uno (Estudiantes). Es decir que sumó 18 puntos, el 58% de los 31 que cosechó a lo largo de todo el campeonato. Y ahora, para llegar a los ansiados 30, tiene exactamente esa cantidad de unidades a disposición en el Monumental. Sí, diez partidos en los que River no podrá regalar nada. O mejor, no podrá dejar nada en el camino. “Es lo que buscamos. Si bien sumar como visitantes es un plus y te da una confianza extra, debemos concentrarnos en ganar los partidos que tenemos en River”, explica Paulo Ferrari, otro de los que borró del vocabulario la palabra campeón pero que reconoce que, como dijo Daniel Passarella, “con 30 pico de puntos, también se puede pelear arriba”.
Habrá que ver cómo reacciona el equipo ante un Monumental hambriento, necesitado de fútbol y, obviamente, de alegrías. Habrá que ver si el manual de Jota Jota pasa otro examen. Habrá que ver si River se libera de la presión de ser protagonista y empieza con el pie derecho a construir una fortaleza, a hacer infranqueable el bendito Monumental.
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