lunes, 21 de febrero de 2011

Almeyda no afloja, corre como si fuera un sub 20 y eso tiene su explicación: hoy festeja sus 19 años... en Primera.


Dicen que éstos no son tiempos para los más pibes. Que se necesitan experiencia y temperamento para atravesar la crisis. Sin embargo, River afronta su delicada situación con un buen número de productos de la cantera, chicos que se van haciendo hombres en la dificultad. Ante Huracán, sin ir más lejos, jugaron cinco sub 20. Pereyra, Lamela, Lanzini, Cirigliano y Almeyda. ¿¡Almeyda!? Sí, claro, Almeyda.

Porque el Pelado cumple hoy 19 años... 19 años en Primera. Pero qué va, si cada partido que juega parece más joven. Matías Jesús no pierde el pelo ni las mañas, corre hasta esa pelota del final que ya nadie quería ir a buscar, va postergando la fecha de su retiro porque se siente importante en un River que derrocha juventud y con compañeros que ni siquiera habían nacido cuando ese 21 de febrero de 1992, el Monumental vio por primera vez a Almeyda con pantalones cortos.

Pasaron técnicos y jugadores. Pasó de todo en la vida de este volante de 37 años que un día no podía vivir dentro del fútbol y al otro se dio cuenta de que no podía vivir sin él. Por eso volvió y de una vez por todas para quedarse, volvió para ponerle el pecho a una situación deportiva que nada tiene que ver con la del River de sus primeros pasos, igual ahora disfruta más allá del sufrimiento.

Aquel Passarella que lo hizo debutar es hoy el presidente del club. Muchas cosas han cambiado pero no así la entrega y el sacrificio del hombre de Azul. Todo eso le dio la cinta de capitán que ahora porta y lo hizo merecedor de la mayor ovación de parte de los hinchas en la actualidad. El “Pelaaaado, Pelaaaado” baja antes que nada de las tribunas del Monumental y, en ésta que es su segunda vida dentro del fútbol, Almeyda supo ganarse un lugar en el reservado salón de los ídolos riverplatenses. Incluso, ya en el semestre pasado, con su amigo Ortega cerquita, el ritmo del aplausómetro lo marcaba él. Y no es sólo costumbre este cariño de los fanáticos sino un devolución que se potencia minuto a minuto. Porque anoche, una vez más, el partido se cerró como se abrió, con un “Pelaaado, Pelaaaado” masivo, luego de que el jugador en cuestión se tirara a barrer la última pelota como si fuera la primera. Como si fuera un purrete que recién comienza y necesita mostrarse. En definitiva, es un sub 20.

Y está hecho un pibe...

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