martes, 15 de febrero de 2011

Lanzini cumple 18 años y aunque sus padres le van a regalar un auto, él sueña con meterla ante Huracán y darle a River el primer triunfo de este año.


Cuando va a los entrenamientos con la camioneta de su papá, la deja estacionada a cuatro o cinco cuadras del Monumental porque le da vergüenza entrar al club con semejante avión, siendo el más chico del plantel. A partir de hoy, Manu va a poder manejar su propio auto. Es el regalo que le darán Miriam y Machi, sus papás, por los 18. Igual, él sueña con otra cosa. “Mi mejor regalo sería hacer un gol el domingo”, le dijo el Ojón.

Será un festejo especial, el primero como titular, tras aquel debut con Angel Cappa el 8 de agosto del año pasado. Sin embargo, no se romperá la tradición familiar. “Siempre lo paso con mis papás, mi hermano, mis tíos y mis primos. Y este año voy a hacer lo mismo. También van a venir a cenar algunos amigos. Cuando pueda, me gustaría hacer un asado en casa, pero por los entrenamientos no me dan los días ni los horarios” Cuando Manu nació, en el 93, la familia sobrevivía con las ventas de un par de zapaterías, una en Merlo y otra en San Antonio de Padua. Las dos se fundieron dos años después. La economía de los Lanzini era tan austera que para el primer cumple no le pudieron comprar un regalo. ”La primera pelota me la dio mi viejo cuando tenía dos años. Como él jugaba, traía pelotas a casa. Me acuerdo que de chiquito alquilábamos una cancha e íbamos a jugar a la pelota y comíamos asados”, contó en la intimidad del Monumental.

La familia Lanzini es futbolera. Miriam, la mam,á opina de cómo juegan sus hijos; Machi, el papá, fue jugador; y Tomás, el hermano mayor, es volante de Platense y estuvo cerca de irse a Chile. ”Valoro todo lo que me regalaron mis viejos, no puedo pedir nada más. Lo mejor es que la familia siguió junta a pesar de todo lo que pasamos. Hoy estamos bien y podemos disfrutar”, tiró.

A la cena tempranera de esta noche también irán los amigos. ”La mayoría son de Padua, están todos allá, pero esta vez vamos a hacer algo más tranqui, como salir a comer porque tengo que madrugar para entrenarme”, explicó.

”¿Quién me gustaría que me saludara? Aimar es un crack, tengo un póster de él y sería un sueño conocerlo”, contó

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