“El club debe ser consciente de que yo tengo un precio”.
Juan Pablo Carrizo nunca recoge el guante. Al contrario, se lo pone. La semana pasada, Daniel Passarella insinuó que el arquero tenía la continuidad en sus manos y que para seguir en River debería resignar dinero. Ahora, JP aclaró que “no sé a qué se refiere el presidente cuando dice que tendré que hacer un gran esfuerzo, no quiero quedar como el malo de la película, porque yo tengo un contrato y estoy atado a eso”.
Las palabras evidencian una postura totalmente opuesta. Passarella ya decidió que no pagará la opción de 6.000.000 de dólares que puso la Lazio, y Carrizo no piensa romper el vínculo con el club italiano, que finaliza el 30 de junio de 2013. “Tengo un contrato y quiero que se me respete lo que firmé. Al valor no me lo puse yo, lo puso el mercado. Y ese valor fue ganado con esfuerzo, con resultados, con demostraciones. Y yo no creo que el jugador tenga que resignar plata porque en el fútbol lo que se pierde no se recupera nunca más, nuestra carrera es muy corta. Daniel lo sabe porque fue jugador”, dijo en radio Mitre.
Así, la única solución para que el arquero siga en River después del final del Clausura sería que la Lazio aceptara extender el préstamo por otro año: “Yo puedo decirle a la Lazio cuál es mi intención y ver si pueden ceder en algo, pero Daniel también puede ir y hablar con Lotito (presidente de Lazio), y buscar la forma. Es la única manera. River tiene que ser consciente de que yo tengo un precio, si no está dispuesto a pagarlo nos damos la mano y punto. No hay que buscar un culpable”.
Carrizo repitió sus ganas de quedarse, pero a la vez dejó un mensaje: “Hay que ver si el club tiene la intención de retener a un arquero de 27 años o de proyectar a un juvenil como Leandro (Chichizola). Entiendo la situación de River y por eso quizá decida estabilizarse primero y después armar un equipo desde la base, desde un arquero...”. Hoy, parece que esa base aún no está.
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