martes, 12 de abril de 2011
La diferencia entre Jota Jota y Angel justo antes de enfrentarse por primera vez como entrenadores.
Aclaración hipernecesaria: el título principal de esta página no es un textual de Juan José López. Se trata de una adaptación. En el diccionario López no hay lugar para desafíos semejantes.
Aclaración casi obvia: este Negro al que hoy en River le empiezan a ver atisbos de Brad Pitt, es la antítesis de Angel Cappa.
Aclaración histórica: el del domingo en La Plata, será el primer choque entre un equipo de JJ y uno de Angelito.
El actual y el ex. El hoy y el ayer. El mismo River todavía en la misma lucha. Frente a frente.
“Mi River tenía dos puntos más”, desafió don Angel el 19 de marzo, en una nota con Olé . Cuatro jornadas después, la ecuación se ha dado vuelta justo antes de verse las caras.
Las diferencias, más allá de los números, son marcadas y hay datos duros que las hacen evidentes. Con un plantel casi igual (ya no están Ortega ni Rodrigo Rojas y el único refuerzo fue Bordagaray), la mayor equivalencia es cuantitativa y hasta sorprende: Cappa usó 20 jugadores en las nueve primeras fechas del Apertura, mientras que López utilizó 21 en este Clausura. El tema es cómo y de qué manera los usaron, porque mientras Angel optó por cinco esquemas tácticos en esos nueve partidos, JJ mantuvo inalterable el 3-4-2-1.
El cambio de Affranchino por Lanzini en el entretiempo del debut con Tigre marcó la inestabilidad táctica de Cappa, quien durante toda la pretemporada había probado un 4-2-3-1 que le duró 45 minutos. López, en cambio, armó un esquema para su debut con Boca y lo repitió siempre: en este torneo, sólo reemplazó a Lanzini (entró Buonanotte) en un entretiempo.
Cinco jugadores con Angelito y cinco con Jota Jota fueron titulares en los nueve partidos. ¡Ninguno coincide! Carrizo, Ferrari, Maidana, Arano y Funes Mori fueron fijas para AC; Ferrero, Acevedo, Almeyda, Díaz y Lamela son los infaltables para JJL. Cappa probaba, cambiaba, volvía a probar y reincidía en el cambio. Salvo la lógica salida de Lanzini, López sólo varió por lesiones o suspensiones. Y es Lamela el caso más emblemático de la diferenciación: ayer, Erik era volante por izquierda y ni muy buenos partidos le garantizaban continuidad (salió en el descanso con Gimnasia). Hoy, algo más adelantado, luce la 10 y es “el distinto”.
De ninguna manera se puede soslayar el discurso. Filosófico y profundo uno, llano y lineal el otro. “Poner otro defensor por un volante de ataque hubiera sido una cobardía indigna de River”, dijo Cappa tras el 1-1 a Quilmes. Arano por Pereyra fue el primer cambio de López como entrenador de River, cuando su equipo le ganaba 1-0 a Boca. Justo una rueda atrás, luego del 2-2 con Banfield, Cappa estaba enfrascado en una encarnizada discusión con Falcioni. Ayer, con su tono monocorde, López repitió que este River con un solo delantero se va a reiterar hasta el final del torneo.
Hace una rueda, el River de Cappa estaba quinto y en Promoción. Hoy, el River de López es puntero y está afuera de la zona que te incendia. Cappa duró hasta la fecha 13. López trabaja para espantar cualquiere número fatal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario