martes, 5 de abril de 2011
El Tanque volvió a tocar la pelota y la rompió en espacios reducidos: le hizo cinco goles a Chichizola. El punta volverá al equipo el sábado.
Si bien es cierto que River no sufrió tanto la ausencia de Mariano Pavone, porque ganó los dos partidos en los que faltó el 7, la presencia del Tanque no dejó de ser fundamental en el equipo de Jota Jota. Por eso el DT esperaba una rápida recuperación del delantero, que sufrió un desgarro en el aductor ante Arsenal. Y el Negro arrancó la semana con una gran noticia: Pavone no sólo recibió el alta médica sino que rompió el arco en el entrenamiento de ayer a la tarde en el Monumental.
El Tanque trabajó a la par de sus compañeros tanto en las rutinas físicas como en el posterior fútbol en espacios reducidos. Se nota que no perdió mucho terreno en ninguno de los dos aspectos ya que se recuperó en pocos días. Estuvo muy activo en casi una hora de fútbol junto con Bou y Gabriel Funes Mori en el ataque, y con el arco entre ceja y ceja. Lo peloteó bastante a Chichizola y le convirtió cinco goles. En el primero le pegó con tres dedos, en el segundo definió abajo contra el palo izquierdo, otros dos fueron típicos de goleador y el restante, la joya de la tarde: una lujosa vaselina.
Los dos goles de Caruso ante Newell’s habían abierto la incógnita de si Jota Jota juntaría a los dos 9 cuando volviera a contar con Pavone. Sin embargo, ante Quilmes, el ex Godoy Cruz y Vélez casi no participó del juego, se tiró demasiado atrás y no le dio aire al equipo. Además, como el DT no es de hacer ensayos tácticos, lo más probable es que Pavone regrese como único punta para jugar delante de Lamela y Buonanotte. Al menos ya ajustó la mira...
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