Pero en una unidad fiscal: tuvo que ir a declarar por aquel gesto polémico en el superclásico. ¿Te acordás de lo que explicaba por ese hecho? Todo terminaría en una probation.
El día después de su confirmación oficial como técnico, Matías Almeyda tuvo que dar la cara. Y habló. No de fútbol, de táctica, de lo que se le viene a River en la B Nacional, sino de un hecho que sí marcó su carrera. De aquel domingo en el que, expulsado en la Bombonera, se fue de la cancha besando su camiseta de cara a la tribuna de Boca, agarrándose con policías que lo llevaban, enojado, caliente. Por eso, por provocación a la gente, la fiscal Claudia Barcia lo citó y el ex volante, hoy nuevo entrenador de River, tuvo que ir a declarar.
Así, mientras River sigue revolucionado por el descenso histórico, por los líos del Monumental todavía latentes, Almeyda se acercó a declarar acompañado por sus abogados, Alberto Piotti y Pablo Slonimsqui. En el ida y vuelta con la fiscal, no se habló de fútbol ni hubo charla informal sobre este momento de River. Sólo se tocó aquel hecho por el que el Pelado se tuvo que acercar a la Unidad Fiscal Sudeste, en Bartolomé Mitre y Callao. Es muy probable que este tema derive en una probation, obras comunitarias a cargo del implicado, en este caso el técnico de River. Un tipo que habitualmente se suma a cualquier movida social y que, en este caso, tendrá un trabajito extra a lo que le demandará conducir este nuevo ciclo en River.
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