viernes, 24 de junio de 2011

Daniel Passarella presenció como un DT la práctica de River en el Hindú Club y les transmitió su apoyo a los jugadores.


Además, el presidente se quedó concentrado con el equipo y el domingo viajará con el plantel hasta Núñez.

La derrota 2-0 en Córdoba trajo como consecuencia mucho fuego. Hinchas/socios de River se enfrentaron con la policía en la entrada del Monumental el jueves y, para no empeorar la situación, el plantel viajó hasta las instalaciones del Hindú Club, donde entrenará y quedará concentrado hasta el encuentro decisivo del domingo.

Por la mañana, los 24 concentrados (incluso los suspendidos Almeyda, Ferrari y Román) practicaron a puertas cerradas. Del lado de afuera hubo calma. Sólo un puñado de hinchas se acercó a las inmediaciones del club y, bajo la mirada de Jota Jota López, todo sucedió con normalidad: se realizaron trabajos con pelota y algunos ejercicios físicos.

Sin embargo, el que se llevó todas las miradas no fue el técnico de River, sino Daniel Passarella, su presidente, quien estuvo presente (vestido con buzo de entrenador y todo), brindándoles confianza a los jugadores. El Kaiser no viajó a Córdoba para ver la primera final y el jueves había anunciado una conferencia de prensa (para la semana que viene) en donde explicaría su gestión como dirigente. Así mismo, el día del partido, se subiría al micro con el plantel para viajar al Monumental y enfrentar uno de los partidos más transcendentales en la historia de River.

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