lunes, 6 de junio de 2011
Almeyda, que se fue dolorido y con lágrimas del Monumental, sólo sigue contracturado y no está desgarrado.
Se cuidará durante toda la previa del partido con Estudiantes y sobre el pucho se verá si lo arriesgan.
Se doble pero no se quiebra. Así está Matías Almeyda, quien se fue del Monumental este domingo con lágrimas en los ojos después de una nueva batalla. Según le confirmaron , el símbolo del equipo no tiene desgarro pese a que se fue golpeado: sigue con la contractura que le impidió trabajar normalmente la semana pasada y a eso le sumó un fuerte golpe, que sufrió en el final del partido.
No hubo estudios para Matías, sin embargo se confirmó que al menos no tiene un desgarro, que lo hubiera dejado afuera de este raid final, en el que River se juega todo por zafar de la Promo. La idea es que se cuide desde este martes, como en la previa con Colón. Y habrá que ver si está el domingo contra Estudiantes, eso dependerá de si quieren cuidarlo, dependiendo de los resultados de Olimpo (juega el viernes), Tigre y Arsenal (el sábado), sus competidores que luchan por no ir a Promo.
Con Lamela aún jugando por el 225 (por Ballón) y con Acevedo en condiciones de volver después de cumplir la fecha por cinco amarillas. Y con varios jugadores en capilla, al límite de tarjetas. Tan al límite como está el capitán, tocado pero no hundido.
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